Aihen Muñoz, el regreso más esperado en el Coliseum
El lateral de Etxauri volvió a jugar en Getafe siete meses después de su grave lesión de rodilla. “Fue una alegría inmensa, han sido meses muy duros de trabajo”, dice.
San Sebastián
El 20 de enero de este año el mundo se paró para Aihen Muñoz. En Balaidos sufría la peor de las lesiones para un futbolista y tenía que decir adiós a una temporada que en lo personal y colectivo estaba siendo muy buena. El lateral de Etxauri se volvía a romper el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, el mismo que se había roto en 2016. Siete meses después, regresó a los terrenos de juego en el Coliseum y su sonrisa perenne en Zubieta volvió a lucir en un partido de fútbol con la Real Sociedad.
“Estoy muy contento de volver a jugar. Me tocó jugar por la derecha, pero estuve muy cómodo y con buenas sensaciones, algo que no suele pasar después de tanto tiempo lesionado. Son muchos meses de trabajo para que llegue este momento, y verme otra vez vestido con la camiseta de la Real fue una alegría inmensa”, señaló Aihen Muñoz tras el partido contra el Getafe. Su felicidad estaba justificada, y la quiso compartir con los aficionados realistas que se acercaron al Coliseum, agradeciéndoles también su apoyo en un partido tan complicado en el que consiguieron sumar un valioso punto.
La vuelta a los terrenos de juego del jugador navarro fue seguramente la mejor noticia que dejó el partido de Getafe, de consecuencias dramáticas para los realistas pese al empate, porque dejó dos lesionados graves. Aihen sustituía a Hamari Traoré, que curiosamente se retiraba lesionado con el ligamento cruzado anterior de su rodilla roto. Él volvía de un cruzado roto y el maliense caía con esa misma lesión. Pero lo más relevante de su regreso era lo pronto que se producía, porque normalmente los jugadores con esa dolencia necesitan de nueve o diez meses para volver a recuperar su nivel, si es que lo acaban consiguiendo.
Aihen ha vuelto sin cumplirse los ochos meses de recuperación, y ademas lo hizo sin resentirse, ni tener alguna sobrecarga, que suele ser bastante habitual. Su proceso de vuelta ha sido meteórico, algo que habla muy bien de su constitución, de su trabajo y de su tolerancia al dolor. El navarro estaba ya tocando balón con intensidad sobre el césped de Zubieta a los siete meses y se valoraba su presencia en el comienzo de la pretemporada con normalidad con el grupo. No pudo ser, pero sí fue entrando poco a poco, hasta conseguir ir convocado por sorpresa en el primer partido de Liga. Y al cuarto partido volvió a jugar, así que la sonrisa de Zubieta volvió a sonreír. Y con él sonríe toda la Real.
Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...