"La incorporación de la mujer al mercado laboral es un caso de éxito en Álava, pero la conciliación sigue siendo uno de los retos"
Hablamos con las premiadas Eva Silván, Mónica del Campo y Rosa Río sobre las dificultades de la conciliación profesional y la V edición de los premios de Ampea al talento femenino de Álava
Mujeres que crean, que mandan, que resuelven. Ampea y sus galardones anuales.
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Vitoria-Gasteiz
Elena Guede, Eva Silván, Mónica del Campo y Rosa Río son las cuatro alavesas galardonadas con los premios al Talento Femenino de Álava que otorga la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Álava, Ampea. Quinta edición de unos premios que ponen en valor el talento y la excelencia profesional de estas mujeres referentes por su trayectoria, visión estratégica, capacidad de innovación y liderazgo transformador. Idoia Aguillo, directora de Ampea, nos contaba como "un año más queremos poner el foco en las mujeres empresarias, emprendedoras y directivas, además de ponerlas como referentes y ejemplos para el resto, ya que a pesar de que han dado muchos pasos adelante, aún queda mucho camino por recorrer". Análisis que comparten Rosa Río, Mónica de Campo y Eva Silván, que además apuntaba que "la incorporación de la mujer al mercado laboral es un caso de éxito clarísimo. Estamos en el buen camino, pero tiene que ir aumentando".
Con estos premios al talento femenino se quiere dar visibilidad a las mujeres en algunos sectores clave para alcanzar la igualdad, ya que las hay, pero en muchos casos no se conoce su labor. Por ello desde Ampea, la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Álava, se han marcado como objetivo prioritario darles esa visibilidad. "Todavía hay mucha reticencia a encontrar mujeres en consejos de administración y dirección de empresas, y aunque hemos tenido un impulso por el cambio de legislación en empresas cotizadas, porque obliga a tener un 40% de mujeres en consejos de administración, de ahí para abajo a nivel de Ceos y directoras queda mucho camino por recorrer", ha marcado Aguillo. De hecho, la directora de Ampea, remarcaba que "en el 2022 hicimos un estudio, para saber cuantas mujeres encontrábamos en los cargos directivos, y nos encontramos en que sólo había un 16%, así que nuestro objetivo siempre ha pasado por que crezca ese porcentaje y que las empresas pongan en valor el papel diferenciador que pueden aportar las mujeres".
Así, como en ediciones anteriores se las ha reconocido en diferentes categorías; Mujer Directiva, Mujer Emprendedora, Mujer Empresaria y Mujer y Ciencia, que este año han recaído respectivamente en; Elena Guede, vicepresidenta de estrategia de Sostenibilidad en CRH, donde lidera la transformación sostenible del grupo a nivel mundial, Eva Silván, politóloga especializada en el análisis político y cooperación internacional con la creación de la primera consultoría de asuntos públicos en Euskadi Silván&Miracle, Mónica del Campo, socia y administradora de la tienda de moda infantil y juvenil Tou-ché y el pub Wonders, y Rosa Río Belver, y primera mujer catedrática del departamento industrial de ingenieros.
Conciliación y machismo
Poco a poco se va recorriendo el camino de la igualdad, pero aún quedan muchos puntos en los que son las mujeres las que tienen que dejar sus carreras profesionales para el cuidado de los hijos e hijas. Todas ellas coincidían en la necesidad de "contar con una red de familiares y amigos que nos ayuden, pero también la implicación de las empresas que nos den la posibilidad de tener una conciliación real". Además, Silván destacaba que "la igualdad real se dará cuando nos encontremos hombres que tengan esa cosmovisión de que el mundo se para si no están los cuidados cubiertos y atendidos".
Sin embargo, uno de los problemas más graves que se siguen dando en pleno siglo XXI pasa por diferentes situaciones de machismo que se siguen generando en las empresas. Mónica del Campo nos contaba como "estuve ocupando el puesto de gerente en la fábrica de bollería Horno de Tuesta durante años, pero con el cambio en la dirección de la empresa me degradaron a directora de planta, para poner a alguien que no tenía experiencia ni sabía en qué consistía el trabajo, por lo que al final me tocaba hacer a mí su trabajo y el mío". Como ella tanto Eva Silván, en debates políticos, como Rosa Río, han tenido que demostrar el doble para ser reconocidas. Situaciones que "gracias a nuestra lucha y las que nos han precedido cada vez se dan menos, pero en las que hay que seguir poniendo el foco, porque este éxito no será sólo el nuestro, sino del que se pueden aprovechar las generaciones que vengan detrás".