Eran momentos de celebración en el Athletic. Aitor Paredes acababa de marcar el empate a uno en el Olímpico de Roma. Tras cerca de una hora de juego por detrás en el marcador, una jugada de estrategia culminaba en el gol del central. Mientras los jugadores del Athletic lo festejaban sobre el césped, en la grada visitante del estadio, un grupo de radicales lanzaba una bengala sobre la zona donde estaban ubicados los seguidores de la Roma. La reacción de Ernesto Valverde fue automática. El entrenador del Athletic se giró en su zona técnica para dirigirse a ellos y recriminarles con gestos y palabras su acción. Tras el encuentro, también lo hizo en sala de prensa. «Lamentamos los incidentes que ha habido al final, sobre todo por una parte de nuestra afición, que no representa al grueso de nuestros seguidores, que son de lo mejor que hay», dijo. Además, Txingurri añadió que «entendemos el fútbol como una fiesta, una fiesta para todos, para nosotros y para los rivales. De la misma manera que no nos gusta que ocurra en sentido contrario, tampoco que pase esto. Lo lamentamos sobre todo porque para nosotros es una mancha en el partido». Si el entrenador fue tajante, en la misma línea actuaron los capitanes del equipo. Nada más pitar el colegiado el final del choque, Iñaki Williams y Óscar De Marcos se dirigieron a la zona del campo donde estaban ubicados los mencionados seguidores y mantuvieron un diálogo con ellos. Su lenguaje gestual dejaba clara la disconformidad de ambos, que actuaban en representación de todos sus compañeros, con el comportamiento de este grupo de radicales. El Athletic, tras lo sucedido, se expone a una sanción económica. El año pasado, sin ir más lejos, la Real Sociedad recibió una multa de 3000 euros por el lanzamiento de bengalas durante un partido de Champions League ante el Benfica. El Athletic Club quiere expresar su más firme condena ante los inaceptables actos protagonizados por una minoría de personas que se desplazaron al partido de la Europa League disputado frente a la AS Roma y que estaban ubicados en la grada visitante. Durante el encuentro, este reducido grupo prendió bengalas y lanzó alguna de ellas a la grada local, contraviniendo las normas de seguridad y ensuciando la imagen de nuestra afición, conocida por su comportamiento ejemplar y su apoyo incondicional al equipo en cualquier circunstancia. Estas actitudes no representan los valores históricos del Athletic Club, como el respeto, la deportividad y la convivencia. El club trabaja siempre por fomentar un ambiente positivo en los eventos deportivos, tanto en San Mamés como en sus desplazamientos, y luchará a destajo para que no se den actitudes que pongan en peligro la seguridad de los asistentes ni que manchen la reputación de nuestra afición. Tal y como ha expresado Valverde a la finalización del partido: “Para todos nosotros el fútbol es una fiesta. Y esto no es fútbol, no nos gusta”. El Athletic Club, en colaboración con las autoridades competentes, ya está tomando las medidas necesarias para identificar a los responsables y garantizar que se apliquen las sanciones correspondientes. El Club va a trabajar por erradicar estos comportamientos, tolerancia cero. Esta minoría no representa a nuestra afición. El capitán Oscar de Marcos, junto a Iñaki Williams, han hecho saber a esta minoría de aficionados a la conclusión del encuentro que su actitud “es inadmisible”. El Athletic agradece a la inmensa mayoría de sus seguidores su comportamiento en Roma, continúan demostrando su compromiso con el Club y con los valores que nos hacen únicos y lo han vuelto a demostrar en un desplazamiento de 3.000 personas a la capital italiana sin ningún incidente y haciendo gala con orgullo de nuestros colores e identidad. El Athletic Club desea pedir disculpas al AS Roma y a su afición que se ha visto afectada por la actitud de estas personas.