La vida al revés: el tercer mejor equipo fuera, el peor en casa

San Sebastián

Con su victoria en el Sánchez Pizjuán, la Real Sociedad mitigó un poco el golpe que supuso la derrota contra Osasuna en el Reale Arena la semana anterior. Golpe duro porque el equipo txuri-urdin no levanta cabeza delante de su afición y sus paupérrimos números como local ya empiezan a preocupar, debido a que le están penalizando de manera muy clara en su pelea por engancharse a la zona alta de la tabla, después de un mal comienzo de temporada.

Los buenos resultados como visitante están sosteniendo por el momento al cuadro donostiarra, pero se trata de una anomalía que no suele durar en exceso en el tiempo. Si la Real Sociedad quiere volver a pelear otra temporada más por las plazas europeas, tiene que mejorar sus datos delante de su afición. La estadística resume sin ambages la situación del equipo txuri-urdin. De los quince puntos que tiene en el casillero, once los ha logrado fuera de San Sebastián y solo cuatro en el Reale Arena, donde es evidente que tiene un serio problema.

La Real Sociedad ha sumado dos tercios de su puntuación a domicilio. Y eso genera dos situaciones absolutamente antagónicas. Los de Imanol Alguacil son el peor equipo como local de toda la liga. Y por el contrario, es el tercer conjunto de toda la Primera división que más puntos ha logrado lejos de su casa, solo superado por el sorprendente Barcelona (18) y un Villarreal (13) que ha renacido de sus cenizas esta campaña. El dato lo resume todo, porque si a esto le añadimos que en total suman los donostiarras quince puntos que le sitúan en la mitad de la tabla clasificatoria, al ser décimos, ya puedes sacar la conclusión de que curiosamente los partidos en San Sebastián están siendo su criptonita, lo que le impide acercarse más a los puestos cabeceros.

El problema en este caso es que el próximo rival que va a visitar el Reale Arena es el Fútbol Club Barcelona, que después de unos años en los que no rascaba nada en San Sebastián, lleva años llevándose puntos, y encima llega enrachado y en una dinámica soberbia. Se agarran los donostiarras a que su única derrota en Liga llegó precisamente a domicilio, en Pamplona. Pero salvo ese extraño día, con las masivas rotaciones de Flick, viene arrasando haya por donde va, deshaciéndose de sus rivales como si fueran un azucarillo.

No es mejor rival el Barcelona para levantar cabeza delante de su afición, donde sólo ha ganado un partido esta temporada, y apenas cuatro de los últimos 21 que ha disputado en el Reale Arena. Y lo de recuperar fuera lo que se pierde en casa hay que ponerlo en entredicho de cara a la siguiente salida, porque después del parón tiene el derbi vasco en San a Mamés, de donde las últimas temporadas ha salido con las orejas gachas.

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