Hassan: "¿Cómo va a saber la gente de Bilbao si hay moros buenos o malos si no conviven con ellos?"

Bilbao

"Hay tensión entre las culturas y hay que acabar con ello", "¿Cómo va a saber la gente de Bilbao si hay moros buenos o malos si no conviven con ellos?", "Si no conoces a una persona no puedes juzgarla. Tienes que vivir y hablar con él", "Antes no salía con la gente de aquí. ¿Cómo iba a saber cuál era la cultura de aquí?". Estas son algunas de las reflexiones que Hamsa, Hassan y Elghali han hecho en 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia'. Los tres son participantes del programa Pisukide; un programa que promueve la integración de jóvenes migrantes a través de la convivencia con estudiantes universitarios.

El proyecto de alojamiento solidario, que impulsan la Universidad del País Vasco y Peñaskal Kooperatiba, ha cumplido su primer año con cuatro pisos, en los que viven cinco estudiantes y ocho migrantes. "Era inimaginable que me hubiera podido permitir un piso en Bilbao. Esta era la única forma de poder estudiar mi último curso del grado Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, y realizar prácticas en los museos que hay aquí", dice Axel, un treintañero tinerfeño y estudiante del programa de movilidad SICUE. "Vengo de una familia en la que pagar el alquiler en Bilbao era imposible, así que mi madre y yo buscamos otras alternativas y encontramos esta oportunidad en la web de la UPV/EHU", añade.

Tanto Axel, como Hamsa, Hassan o Elghali se benefician de un alquiler económico de 100 euros al mes por habitación. Además, mientras unos practican el idioma y las costumbres de aquí, el otro se enriquece conociendo la cultura de sus compañeros de piso. La iniciativa pionera en el País Vasco tiene los pisos situados en Bilbao, en los barrios de Deusto, San Francisco y Arabella; y cuentan con tres o cuatro habitaciones. A las seis plazas ofertadas para estudiantes pueden acceder menores de 35 años matriculados en la UPV/EHU, que estén estudiando segundo curso o superior de un grado o que estén cursando un posgrado. Sin embargo, las personas de Peñascal Kooperatiba han tenido que pasar por un largo itinerario hasta conseguir un piso compartido. "Ofrecemos un acompañamiento integral a jóvenes migrantes para facilitar su integración. Les ayudamos en los trámites administrativos y en la formación y empleo, con el objetivo de que logren con el tiempo su independencia", explica Daniel Ortiz, responsable de Peñaskal Kooperatiba.

La experiencia de Elghali

Elghali lleva seis meses viviendo en el piso de Deusto, y fue aquí donde después de haber pasado por un largo proceso burocrático para lograr un empadronamiento y el reconocimiento de residencia, logró estar en situación administrativa regular. Empezó hace tres años a estudiar castellano, a cursar la ESO, a realizar el curso de Electricidad y Energía Fotovoltaica en Peñascal Kooperatiba, y posteriormente a realizar prácticas en una empresa en la que ahora es oficial de segunda. "Cuando estaba de prácticas me tocó estar con un trabajador que no toleraba a las personas migrantes. Pedí que por favor me cambiaran. Lo conseguí, y la persona con la que me pusieron pidió por favor que me quedara, era un máquina, decía", recuerda Elghali.

Mientras Hassan trabaja de electricista, Hamsa realiza una formación dual en la cooperativa. Axel confiesa que al inicio albergaba dudas basadas en estereotipos comunes sobre las personas migrantes, lo que le hizo cuestionarse si estaba tomando la decisión correcta al unirse al programa. "Vimos que era importante que estos jóvenes interactuaran con otros de aquí y lograran una integración real; pensamos en que el alumnado de la Universidad podía ser perfecto para ayudarles a soltarse con el idioma, a compartir experiencias con personas de aquí… Han pasado de ser "moros" a ser Elghali, Hamsa y Hassan”, explica el responsable de Peñaskal Kooperatiba. "Salimos a pasear juntos, incluso con mis amigos de la universidad, hemos hecho incluso turnos de txosnas en las fiestas de Deusto", dice Axel.

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Los jóvenes magrebíes incluso han participado en la celebración de los 'arroces del mundo' de Deusto. "Este año la organización tuvo en cuenta que estábamos celebrando el Ramadán", dice Hassan. "En fiestas de Uribarri algunos de nosotros fuimos pregoneros", recuerda Elghali.

Eman tal zabal zazu

"Dani se puso en contacto con la Universidad del País Vasco para poner en marcha algún proyecto de esas características", explica Gorka Moreno, vicerrector del Campus de Bizkaia. "Como ya teníamos experiencia en otros programas de Viviendas Solidarias en Ermua, Bilbao y Santurtzi, nos planteamos algún programa de convivencia entre nuestro estudiantado y el de Peñascal. Además de ofrecer un alquiler económico, lo que más nos interesaba era la apuesta por la integración y el impacto social que ello tendría. Al fin y al cabo, continua Moreno, éste es el ejemplo más paradigmático de nuestro lema: Eman ta zabal zazu", añade Moreno.

El programa ha tenido una gran acogida, recibiendo 60 solicitudes este año. Debido a esta alta demanda, se está trabajando en abrir nuevos pisos en Bizkaia para dar cabida a más participantes.