"¿Quién va a ser el siguiente Pogacar? Eso lo que se busca constantemente y lo que está creando en el ciclismo una caza de talentos"
La Universidad de Deusto acoge la II Jornada técnica de innovación físico-deportiva, que reúne a preparadores de equipos World Tour
"¿Quién va a ser el siguiente Pogacar? Eso lo que se busca constantemente y lo que está creando en el ciclismo una caza de talentos"
Bilbao
La Universidad de Deusto ha celebrado este miércoles la II Jornada técnica de innovación físico-deportiva. En ella han debatido sobre los grandes cambios en el deporte de élite en los últimos años, de la mano de la revolución tecnológica, los preparadores físicos de algunos equipos ciclistas del pelotón World Tour: Xabier Artetxe, Head Coach de Ineos Grenadiers; Xabier Muriel, Head of Performance de Movistar Team; y Aritz Arberas, Cycling Coach del equipo Lidl Trek.
Todos ellos han convenido en señalar la nutrición y la aerodinámica como algunos de los aspectos clave en la evolución reciente de su deporte. "¿Qué puede cambiar la pantalla que lleva el casco? ¿Qué puede cambiar llevar manga corta o manga larga? Pues esos detalles pueden hacer que seas o no campeón del mundo", ha señalado Artetxe.
Global y específico
Para Xabier Muriel, otro de los saltos del ciclismo ha venido de la mano de la globalización del ciclismo. "Ahora vamos a correr a Australia, a China, etc. Eso aumenta el interés por el deporte, también el comercial, el de las marcas. Los presupuestos ahora son mayores", ha apuntado. Pero no ha querido olvidarse de la especialización de los staff de los equipos: "Ahora hay mecánicos, nutricionistas, fisioterapeutas. Todo es más específico con el objetivo de aumentar el rendimiento en cada área", ha explicado.
En la misma línea, Aritz Arberas ha señalado que "también ha cambiado la mentalidad", pues, a diferencia de lo que ocurría hace unos años, cuando podía haber ciclistas díscolos con las órdenes de sus directores, hoy "todos hemos entendido que, sin un trabajo multidisciplinar y al detalle, es muy difícil ganar. Esa es una de las mayores evoluciones de los ciclistas, que son conscientes de que tienen que seguir el plan".
La revolución del dato
Otro de los factores que hoy son lenguaje común en la reunión de cualquier equipo ciclista es el de los datos. Se miden multitud de parámetros de los corredores, y no solo durante las etapas. Se controla su descanso, cómo rinden en cada entrenamiento. Un sinfín de números, a veces, difíciles de manejar. Por ello, los equipos, ha confesado Muriel, "lo que hacemos es establecer filtros". En el caso de Movistar, "ahora vamos a empezar con machine learning, big data, a ver si estos sistemas de inteligencia artificial son capaces de recopilar y gestionar todos esos datos, tanto en los entrenamientos como en carrera".
Y es que no hay duda de que "los datos nos ayudan a entender a lo ciclistas", ha apuntado Arberas. Ha puesto el ejemplo de los potenciómetros, clave a la hora de comprender "qué demandas fisiológicas tiene el ciclista en carrera". No obstante, Artetxe ha matizado que no se puede sacralizar el dato en frío. "No se puede perder el ojo crítico, el feeling que uno a veces tiene que tener. Los datos pueden estar intoxicados por cosas que no aparecen en ellos pero que influyen en el rendimiento, como puede ser lo psicológico", ha dicho.
Se corre más agresivo
Todas estas mejoras han producido un cambio en la forma de correr. Las carreras se han vuelto más rápidas, más agresivas. Y ese cambio, a veces con ataques a cien kilómetros de meta, como hemos visto recientemente, influye evidentemente en la forma de entrenar a los corredores. Eso hace que ahora "muchas veces se convierte en decisivo un esfuerzo muy breve y no el puerto de 50 minutos previo", ha apuntado Arberas.
El nivel ha subido en los sprint, pero también durante las horas previas de carrera. "Para la preparación, la clave es tener claro el análisis de la competición: sus demandas clave. Si son esfuerzos cortos, se trabajará más series de 30 o 40 segundos. Si son puertos más largos, más en esa línea", ha explicado.
"Ahora es enorme la cantidad de esfuerzos cortos que hay antes de llegar al punto decisivo. El problema no son los doce minutos finales, sino cómo llegas a ellos. Para entonces llevas un montón de rotondas, isletas, sprint, etc. Nosotros les entrenamos para que lleguen lo mejor posible a esos doce minutos", ha añadido.
Los ataques de Pogacar
Eso sí, el entrenamiento no puede acabar con las diferencias de base genética. "Nadie, por buen entrenador que sea, va a coger a un ciclista al que le falta explosividad cuando llega un ataque de Pogacar, que le mete en nada quince segundos, y, mediante un entrenamiento, va a hacer de él una estrella", ha asegurado.
Según el entrenador, los especialistas han dado paso a los ciclistas totales. "Ahora han surgido algunos fenómenos que rompen todos los esquemas, como Tadej Pogacar o Remco Evenepoel. Son muy explosivos, pero también son los mejores a intensidad de umbral, en esfuerzos largos. No tenemos que subestimar lo que hasta ahora ha sido importante -factores de rendimiento como potencia al umbral, eficiencia, consumo máximo de oxígeno-, todo eso sigue siendo la base", ha afirmado.
La caza del talento
Otra de las dinámicas que ha aterrizado recientemente en el mundo del ciclismo es la del ojeador, procedente, sobre todo en Europa, del universo futbolístico. "¿Quién va a ser el siguiente Pogacar? Es lo que se busca constantemente. Eso está creando en el ciclismo una caza de talentos", ha explicado.
La búsqueda de ese fenómeno es la que está cambiando en cierto modo la estructura de los clubes ciclistas. "Antes era inimaginable que un equipo World Tour estuviese viendo una carrera junior para fichar a un corredor. Ahora, como hay un equipo que está fichando juveniles, vamos nosotros a por los cadetes", ha resumido. Es más, aunque en menor medida todavía, es algo que incluso está llegando a otras modalidades, como el ciclismo de montaña o el ciclocross.