Javier Gomá: "Miro el mundo como si tuviera unas lentes hechas en Bilbao"
El filósofo bilbaíno ha compartido en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia reflexiones profundas sobre su vínculo con Bilbao, la Navidad y su trabajo
Javier Gomá, el filósofo bilbaino de lo cotidiano, visita 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia'
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Bilbao
Para Javier Gomá, Bilbao no es solo la ciudad donde transcurrieron los primeros ocho años de su vida; es también parte de su "mitología privada". Añade, “es como si yo tuviera unas lentes hechas en Bilbao y, a partir de entonces, mirara el mundo con esas lentes”. Aunque actualmente reside en Madrid, el filósofo vuelve a Bilbao con frecuencia, no tanto por lazos familiares, sino por una conexión emocional que considera inquebrantable, tal y como ha explicado en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia.
Bilbao, mitología privada
"Todos tenemos una vida adulta donde tienes experiencias, tienes conceptos, tienes recuerdos. Pero hay algo y es que toda la personalidad de un hombre o una mujer flota en una mitología que es aquel lugar en el que todavía no eras un ser completamente irracional, pero tenías impresiones. Bilbao pertenece a mi mitología privada", explica Gomá.
Añade a esto que "tenía sentimientos enormemente fuertes como cuando vemos una la mitología griega o romana donde hay una enorme fantasía previa a su conceptualización, pues algo así me ocurre con Bilbao, como me ocurre con un padre o con una madre".
Y explica el origen, "estuve los primeros ocho años y esos años son en los que se moldea algo que es preconsciente en el sentido de que no es algo que tú veas, sino que son las gafas con que uno ve. Es como si yo tuviera unas lentes hechas en Bilbao, a partir de entonces miraba el mundo con esas lentes".
Gomá ha relatado cómo su padre, notario destinado en Bilbao entre 1962 y 1973, describía la ciudad como un lugar seguro y especial: “Al atravesar por primera vez la sierra que antecede a Bilbao, mi padre decía que escuchó una voz que le decía: ‘Aquí no te puede ocurrir nada malo’. Esos once años fueron su edad dorada”.
La Navidad: más luz y más vida
En pleno contexto navideño, Gomá ha reflexionado sobre el significado de estas fechas. Aunque se declara “refractario a la beatería, tanto religiosa como cultural”, encuentra en la Navidad una renovación de la esperanza. Y es que dice que “estos son los días más oscuros del año, pero sabemos que cada día será más largo y luminoso. La felicidad no es un estado, sino una tendencia”.
El filósofo también ha subrayado la importancia de celebrar la vida y la conexión entre las personas, “dedicamos demasiado tiempo a la enemistad; celebrar que estamos vivos y juntos nunca sobra”. En su mirada, la Navidad es una oportunidad para brindar por lo esencial: la vida compartida.
Filosofía mundana: una invitación a la reflexión
El hilo conductor de la conversación también ha pasado por “Filosofía mundana”, el libro de microensayos de Gomá que pronto se transformará en una obra escénica bajo la dirección de Luis Luque. Este proyecto teatral, que se estrenará en noviembre, busca llevar las ideas de Gomá al escenario de manera innovadora.
Gomá celebra la adaptación de su obra y destaca el valor de transformar conceptos abstractos en experiencias tangibles: “El concepto es impersonal y carece de cuerpo. Que algo trabajado en el concepto adquiera sobre la escena cuerpo, sangre y voz es un obsequio”.
Contra la beatería y el dogmatismo
Otro tema de la conversación ha sido la crítica a la beatería, tanto religiosa como laica. Gomá lamenta la tendencia actual hacia el dogmatismo en la esfera pública y privada, “la cultura moderna debería ser un espacio para las verdades penúltimas, susceptibles de deliberación y análisis”.
La charla también ha abordado temas como el humor, las redes sociales y la polémica. Al referirse a recientes controversias, Gomá ha mostrado su apoyo a quienes enfrentan las consecuencias del juicio público, “cuando alguien sufre una caída, lo importante no es juzgar si cruzó o no por el paso de cebra, sino sentarse a su lado en silencio”.
Un filósofo tres veces mundano
Gomá ha descrito su filosofía como “tres veces mundana”, ya que “habla del mundo en el que vivimos, de temas como el amor, la amistad o el envejecimiento; quiere hacerlo con gracia, estilo y belleza; y busca conectar con la experiencia humana cotidiana”.