Del penalti de Berenguer a la primera gabarra para dos generaciones de athleticzales: el 2024 que Bizkaia nunca olvidará
Repasamos los mejores momentos que dejó en Bilbao la celebración del título de Copa conquistado en La Cartuja tras 40 años de sequía
Del penalti de Berenguer a la primera gabarra para dos generaciones de athleticzales: el 2024 que Bizkaia nunca olvidará
17:10
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1735570507478/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Bilbao
El 6 de abril de 2024 será una fecha imborrable en la memoria rojiblanca. Todos recordarán dónde vivieron el partido frente al Mallorca, con quién sufrieron en los 90 minutos de partido y la media hora de prórroga y cómo gritaron tras el gol de Berenguer de penalti. La Copa del Rey regresó a Bizkaia tras cuatro décadas de sequía y después de haber disparado unas cuantas veces al larguero. Miles de athleticzales lo vivieron en Sevilla, muchos en las gradas de La Cartuja pero otros muchos en las calles y en los bares de la capital andaluza.
"Hoy saboreamos el lado bueno del fútbol después de tantas finales perdidas", confesaba entre lágrimas pocos minutos después de alzar el trofeo Iker Muniain. "Vamos a coger la Copa y a no soltarla jamás", repetía el navarro, que poco después pondría punto final a su trayectoria en el conjunto rojiblanco. "No hay que pensar mucho. Tenía decidido dónde lo iba a tirar", decía el protagonista del último lanzamiento, el que hizo contener la respiración a toda la afición antes de provocar en todos ellos un estallido de alegría incomparable.
También resonaron con fuerza las palabras de Ernesto Valverde, que reconoció que "este título no tiene comparación con ningún otro". Sus voces, junto a las del resto de miembros de la plantilla, que protagonizaron días más tarde la gabarra más esperada en Bilbao, forman parte ya de la memoria colectiva rojiblanca. Ahora que concluye un 2024 inolvidable, hemos querido volver a sentir lo que fue una semana loca del mes de abril.