Miguel Loza, arqueólogo, sobre los grafitos falsificados: "Tenía diferentes características, pero todas te llevaban a la misma conclusión"
El arqueólogo de Iterbide ha explicado en Hoy por Hoy Vitoria todas las muestras que llevaron a pensar que los grafitos podían estar manipulados

Miguel Loza, arqueólogo, sobre los grafitos falsificados en Álava
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Vitoria-Gasteiz
El pasado martes conocíamos que la sección de Patrimonio Histórico de la Ertzaintza, competente en delitos contra el patrimonio cultural, había recibido una información relativa al hallazgo de nuevos grafitos con claros indicios de manipulación en un conjunto de piezas tardorromanas. Miguel Loza, arqueólogo de la empresa Iterbide, la encargada de revisar los materiales, ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Vitoria para explicar cómo fue el momento en que encontraron las inscripciones.
Primero, los arqueólogos encontraron el grafito con el nombre de NERON. "Nos pareció bastante raro y nos hizo pensar que estaba manipulado", explica Loza. El primer problema, que el nombre del emperador, en latín, se escribe Nero, sin la n final. "En un primer momento, pensé: 'Bueno, igual es otra palabra que aparece como Neron, a lo mejor no se querían referir exactamente al emperador'".
Luego, a los pocos minutos, descubrieron la inscripción de CESAR. "Ahí fue cuando dijimos 'aquí hay un problema grave'", explica el arqueólogo. De nuevo, el nombre estaba en castellano, y no en latín, Caesar.
Otros problemas, además del idioma, son las propias inscripciones. "Algunas de las grafías estaban hechas sobre la tierra que se había adherido a la pieza, lo que indica que la letra se había hecho después de que ya hubiera estado enterrada", detalla Loza. Además, la pieza estaba hecha en una sigilata, un tipo de cerámica de época romana muy particular, que tiene un barniz exterior que recubre la pieza. "Ese barniz se va perdiendo, y, en otros casos, el grafito se va perdiendo con él. En estas piezas, el grafito estaba muy marcado".
Diferentes características, concluye Miguel Loza, que acaban llevándote a la misma conclusión. "Quedan por revisar más cajas, por lo que podría haber más. Ojalá que no, pero puede haber sorpresas".
Piezas confiscadas a Lurmen, cuyo director ya fue condenado por falsedad documental
Los dos grafitos investigados se encuentran en piezas cerámicas del yacimiento de Las Ermita, ubicado en Espejo (Álava). Se trata de un conjunto de piezas confiscadas a la empresa Lurmen S.L. cuyo director, el arqueólogo Eliseo Gil, ya fue condenado en 2020 por falsedad documental del patrimonio histórico-cultural por haber falsificado unas inscripciones romanas en euskera.
"Llevábamos unas cuantas cajas, de hecho, teníamos ya unos 100 grafitos auténticos, sin ningún problema", describe Loza. "Había una bolsa con material de prospección — cerámica que se encuentra fuera de contexto arqueológico —, que estaba prácticamente sin lavar". Entre ese material, primero encontraron




