Bilbao Basket se cita con la épica para tratar de meterse en la final de la Fiba Europa Cup

El Surne Bilbao Basket se enfrenta este miércoles a una de las pruebas más difíciles de su historia reciente. La derrota por 77-58 ante el JDA Bourgogne Dijon en la ida de las semifinales de la Copa Europa FIBA ha dejado al equipo de Jaume Ponsarnau contra las cuerdas. Sin embargo, lejos de rendirse, los hombres de negro apelan al carácter, al empuje de Miribilla y a la certeza de que lo imposible ya ha sido hecho antes. "De poder, está clarísimo que se puede", afirma el técnico bilbaíno.

"Se puede ganar por más de 19 puntos"

Jaume Ponsarnau no se anduvo con rodeos en la previa. El técnico catalán enfatizó la necesidad de corregir los errores cometidos en la ida y de salir con una actitud agresiva desde el primer minuto. "Es importante hacer reset de muchas cosas que hicimos mal en la ida y salir hacia adelante con toda la fuerza del mundo. ¿Por qué? Pues porque se puede ganar por más de 19 puntos. De poder, está clarísimo que se puede", sentencia

El entrenador confía en que su equipo saque a relucir las cuatro premisas que marcaron la histórica remontada ante el Legia Varsovia la pasada temporada: "Carácter, energía, ritmo y asunción de riesgos. Va a ser fundamental controlar el ritmo. Debemos marcar por dónde debe de ir el partido. El ritmo debe ser nuestro y debemos saber cuando tirar con pocos segundos de posesión o calmar un ataque". El responsable de Bilbao Basket tiene claro que si su equipo logra ejecutar ese plan con precisión, la final no es una quimera.

"Nosotros creemos de verdad en la remontada"

Uno de los líderes de la resistencia bilbaína es Melwin Pantzar. El base sueco, clave en el esquema de Ponsarnau, ha hablado con determinación sobre la actitud con la que el equipo afrontará el desafío. "Nosotros creemos de verdad que podemos hacer la remontada. No vamos a sentirnos tristes ni malos. Queremos remontar y vamos a darlo todo", asegura en la rueda de prensa previa al partido.

Pantzar insiste en que el equipo tiene "ganas de demostrar" que es "mejor" de lo que fue en Francia y recuerda que la temporada pasada ya lograron una hazaña similar, remontando 19 puntos al Legia Varsovia en los cuartos de final de esta misma competición. "No es lo mismo, pero en Miribilla podemos ganar a cualquiera. Todo es posible. Paso a paso, posesión a posesión. Hay que intentar meter y defender. Meter y defender. Suena fácil, pero va a ser muy difícil", admite.

El base también destaca la importancia de la mentalidad en un duelo de este calibre. "La idea es hacer nuestro juego, confiar en el entrenador y en su plan de partido y ya está. A darlo todo", subraya. Y aunque reconoce que las bajas de Tryggvi Hlinason y Marvin Jones son sensibles, confía plenamente en los jóvenes interiores que tomarán el relevo: "Da igual quién juegue. Queremos jugar bien, queremos ganar y con ellos dos vamos a muerte", afirma el base de los bilbaínos.

Miribilla, el factor diferencial

Si algo tiene claro el vestuario del Surne Bilbao Basket es que Miribilla será un jugador más en esta batalla. La Marea Negra ha vivido noches mágicas y esta puede ser otra de ellas. El recuerdo del 81-53 contra el Legia Varsovia sigue muy presente y el ambiente en el Bilbao Arena será ensordecedor. "Es difícil jugar contra equipos franceses porque son muy físicos, más que nosotros. Pero en una semifinal eso da igual, de verdad. Vamos a muerte y ya está", concluye Pantzar.

El mensaje está claro: hay 40 minutos para cambiar la historia y un pabellón entero dispuesto a empujar al equipo hasta la final. La remontada es complicada, pero no imposible. Y si hay un sitio donde los imposibles dejan de existir, ese es Miribilla.