Una curiosa (o asquerosa) forma de beber cerveza en Bilbao protagoniza una escena insólita entre aficionados del Tottenham
El momento, grabado en plena zona de tardeo en Pozas, refleja el desfase cervecero de algunos seguidores ingleses en la previa de la final de la Europa League
En la antesala de la final de la UEFA Europa League, que enfrenta este miércoles al Manchester United y al Tottenham Hotspur en Bilbao, la ciudad vive una jornada de euforia, cánticos y ambiente festivo. Pero no todo queda en banderas y canciones. Hay imágenes que muestran una cara menos glamurosa del turismo futbolero británico.
Uno de los momentos más comentados en las últimas horas lo protagonizan dos jóvenes ingleses, seguidores del Tottenham, que han sido grabados durante el “tardeo” en la zona de Pozas y Doctor Areilza, muy cerca del estadio. En ese vídeo, uno de ellos realiza una maniobra que ha dejado boquiabiertos a locales y visitantes: una forma de beber cerveza tan creativa como antihigiénica.
El líquido es lo de menos: lo importante es que sea cerveza
Lo que ocurre en ese instante es difícil de olvidar. El protagonista, entre risas y rodeado de su grupo, decide utilizar un objeto poco convencional como recipiente para su bebida. Lo que a cualquier persona le parecería una cochinada incomprensible, para él es motivo de celebración. La acción, grabada y difundida en la cuenta de Instagram @bills_travels_, acumula ya más de 1.000 ‘me gusta’ y ha generado múltiples reacciones, sobre todo entre otros seguidores ingleses.
La normalidad del exceso
Este tipo de gestos, aunque impactantes, no son extraños entre ciertos grupos de aficionados británicos. En un contexto de alcohol, euforia previa al partido y sensación de impunidad colectiva, la normalidad del exceso se vuelve espectáculo. La anécdota no solo llama la atención por lo grotesco del acto, sino porque representa una postal típica —y muchas veces tolerada— del turismo futbolero.
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El ambiente previo, entre civismo y desmadre
Mientras el dispositivo de seguridad desplegado en Bilbao sigue funcionando con eficacia y la mayoría de los aficionados se comportan con civismo, casos como este dejan entrever una realidad paralela. Lo que para algunos es parte del folklore, para otros es simplemente una falta total de higiene y respeto por el espacio público.
La escena se ha convertido ya en uno de los comentarios recurrentes de la jornada. No por su espectacularidad, sino por lo que revela: que para ciertos aficionados, el contenido del vaso es secundario. Lo esencial es que haya cerveza.
