Bilbao supera con nota la final de la Europa League: despliegue impecable y ambiente sin graves incidentes
La ciudad se volcó con el evento europeo y gestionó con éxito la seguridad de más de 55.000 aficionados ingleses. Siete detenidos fue el único saldo negativo en una jornada de fútbol sin sobresaltos graves
Bilbao se convirtió este miércoles 21 de mayo en el epicentro del fútbol europeo al acoger la final de la Europa League, y lo hizo con una impecable organización que ha sido reconocida tanto por locales como visitantes. Con más de 55.000 aficionados ingleses en la ciudad, la jornada transcurrió con una sorprendente normalidad, sin incidentes de gravedad y con un operativo de seguridad que rozó la perfección.
La ciudad, que empieza a estar acostumbrada a los grandes eventos, ofreció su mejor cara: calles limpias, transportes funcionando sin interrupciones y una coordinación entre servicios públicos, sanitarios y fuerzas de seguridad. El dispositivo especial de entrada al estadio San Mamés, organizado en tres anillos de control, permitió un acceso fluido y seguro para ambas aficiones.
Una noche intensa pero tranquila
Fuera del campo, como solemos decir... fue una jornada tranquila. No faltaron los momentos de tensión entre aficionados rivales del Manchester United y el Tottenham Hotspur, pero el balance general es positivo. La Ertzaintza ha informado de siete detenciones relacionadas con altercados menores, desobediencia y agresiones leves, la mayoría antes del inicio del partido.
Las primeras detenciones se produjeron en torno a las siete de la tarde, tras una pelea tumultuaria en la confluencia de las calles Licenciado Poza y Maestro García Rivero. A ellas se sumaron otros arrestos por rotura de escaparates, intentos de acceder sin entrada y agresiones puntuales a personal de seguridad.
Aunque estos hechos no deben pasarse por alto, lo cierto es que Bilbao superó con nota una prueba de fuego. A pesar de la concentración masiva de hinchas británicos, no se registraron incidentes de gravedad, ni durante el partido ni en la larga noche posterior.
Una ciudad volcada con el fútbol y la convivencia
El comportamiento cívico de la mayoría de aficionados, sumado a una planificación rigurosa, ha convertido esta final europea en un éxito para la ciudad y un escaparate internacional que refuerza la imagen de Bilbao como sede segura y acogedora para grandes eventos deportivos.
Ahora, tras la fiesta, toca recoger. Las aficiones vuelven a casa, y Bilbao vuelve a su ritmo habitual, orgullosa de haber demostrado que sabe recibir, celebrar… y mantener el orden incluso en las citas más exigentes.
