“Como en Santo Tomás o Aste Nagusia, pero con vodka”: los bares de la Plaza Nueva celebran la fiesta inglesa

Bilbao vivió este miércoles una jornada de esas que se recuerdan. La final de la Europa League trajo a miles de ingleses al corazón de la ciudad, y uno de los epicentros de la celebración fue, sin duda, la Plaza Nueva. Allí, bares y terrazas se llenaron desde primera hora con aficionados del Manchester United y del Tottenham Hotspur, en una especie de “mini Aste Nagusia” improvisada.

“Esto fue como un día de Santo Tomás o de Semana Grande, pero con todo en inglés... y mucho, mucho vodka”, resume con humor uno de los camareros de un bar de la plaza. La imagen no fue muy diferente: cánticos, pintas, sol y buen ambiente en uno de los lugares más emblemáticos del Casco Viejo.

Vodka y cerveza, reyes del consumo

Aunque la cerveza fue, como era de esperar, la bebida estrella, el vodka sorprendió por su protagonismo. En muchos bares no daban abasto para reponer refrescos de cola: “Se agotó el 'boca'. Se lo mezclaban todo con vodka. Era lo único que pedían”, comentan entre risas desde uno de los locales.

“Nunca habíamos vendido tanto vodka en un solo día. Ha sido una locura. Venían a pasarlo bien, y lo han cumplido”, afirma otro hostelero de la zona, destacando el inusual patrón de consumo entre los visitantes británicos.

Sin altercados y con respeto

Pese al volumen de consumo y la intensidad del día, los hosteleros destacan el comportamiento cívico de los hinchas. “Han bebido, han cantado, pero no ha habido ni un problema. Muy respetuosos todos”, coinciden varios de los responsables de bares como Gure Toki, Ahoan, Antxoa Taberna o El Globo.

Muchos de ellos habían reforzado personal y aprovisionamiento ante la previsión de grandes grupos. Aun así, se quedaron cortos en algunos productos, sobre todo bebidas sin alcohol. “No querían pinchos, solo beber”, reconocen.

Una experiencia para repetir

La jornada dejó buen sabor de boca entre la hostelería local. La Plaza Nueva vivió una de sus tardes más animadas del año, y lo hizo sin incidentes, con las barras a tope y un ambiente que algunos ya comparan con las grandes fiestas de Bilbao. “No es Aste Nagusia, pero se le ha parecido. Ojalá haya más días así”, zanjan desde uno de los bares más concurridos.