El Gobierno Vasco detecta una "preocupante" caída del ovino carranzano en Bizkaia por ataques de lobo en zonas limítrofes
Amaia Barredo reconoce en el Parlamento vasco la merma de esta raza autóctona y alerta sobre su valor patrimonial mientras insiste en que no hay constancia oficial de cierres de explotaciones ganaderas

El Gobierno Vasco detecta una "preocupante" caída del ovino carranzano en Bizkaia por ataques de lobo en zonas limítrofes
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
El Gobierno Vasco ha puesto el foco en un dato que ha encendido las alarmas: la población de ovino carranzano ha disminuido en Bizkaia, especialmente en las zonas limítrofes con Cantabria y Burgos, donde más ataques de lobo se han producido.
La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, lo ha explicado en el Parlamento con preocupación institucional. “Además de la pérdida de actividad económica, esta raza autóctona ha formado parte del patrimonio ganadero vasco”, ha afirmado.
Las variedades de cara rubia y cara negra del ovino carranzano han sido protegidas con programas de conservación, y su retroceso ha encendido una señal de alarma que va más allá del conflicto con los depredadores.
El Gobierno no ha registrado cierres de explotaciones ganaderas
La diputada Ana Morales (PP) ha asegurado que dos explotaciones en Álava han estado a punto de cerrar por los ataques del lobo. Pero desde el Ejecutivo vasco, se ha respondido que no se ha recibido ninguna notificación oficial al respecto.
Según ha explicado Barredo, tras haber consultado a las diputaciones forales de Álava y Bizkaia, no se ha constatado en los registros ninguna baja de explotaciones ganaderas por este motivo.
Esto, no obstante, no ha restado importancia a la preocupación institucional: el descenso de la carranzana ha sido reconocido y la amenaza sobre esta raza ha sido calificada de “seria”.
Se han activado ayudas y medidas preventivas
Durante 2023, el Gobierno Vasco ha destinado 450.000 euros a implementar medidas frente a los ataques del lobo. Entre las actuaciones, se ha financiado la contratación de pastores de guarda, la instalación de vallados específicos y asesoramiento técnico a los ganaderos.
Amaia Barredo ha explicado que estas ayudas han buscado proteger a los rebaños, pero también mantener la viabilidad de una actividad rural esencial para el equilibrio territorial.
Además, se han reforzado los programas de conservación del ovino carranzano, cuya doble vertiente —económica y patrimonial— ha sido uno de los ejes del discurso institucional en torno a esta problemática.
El lobo ha vuelto al centro del debate político
El regreso del lobo al escenario político ha reavivado tensiones. Morales ha acusado al Gobierno de “buenismo” y de un “ecologismo mal entendido” por no actuar con más contundencia, y ha advertido que las batidas realizadas en comunidades como Cantabria han podido provocar migraciones de lobos hacia Euskadi.
Desde el Ejecutivo vasco, sin embargo, se ha optado por mantener una línea de actuación basada en datos, prevención y equilibrio. El mensaje ha sido claro: no se ha querido entrar en un conflicto simplista, sino cuidar el patrimonio natural y ganadero con rigor y responsabilidad.




