El alumnado toma la palabra en talleres de igualdad a través de la música
Bizkaia ante el reto de construir una ciudadanía crítica | ¿Cómo es el ejercicio a favor de la democracia y la igualdad en el territorio?
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Bilbao
Una iniciativa educativa está llevando a las aulas de Getxo y Bilbao a una nueva forma de trabajar la igualdad entre adolescentes. El proyecto Musika eta Zure Begirada ha involucrado a jóvenes de entre 12 y 17 años en talleres creativos donde la música se convierte en el vehículo para expresar sus vivencias, emociones y reflexiones sobre la igualdad.
Sonia Prieto González, presidenta de la asociación vizcaína eCivis, entidad organizadora del proyecto, explica cómo han dejado atrás los formatos tradicionales de “alguien soltando el rollo y el alumnado escuchando pasivamente” para apostar por la implicación directa de los jóvenes. “Los talleres que hacemos son muy participativos; ellos y ellas participan desde el minuto uno,” señala Sonia, que destaca la importancia de compartir la mirada de la juventud para entender cómo perciben la realidad social.
Conciencia crítica
El proyecto se centra en la necesidad de fomentar una conciencia crítica en la juventud. “No podemos impedir lo que ven o viven, pero sí que es vital que desarrollen la capacidad de cuestionar lo que sienten y palpan,” añade Sonia. En un contexto saturado de información, especialmente a través de redes sociales, la asociación busca generar espacios donde los adolescentes puedan reflexionar con tranquilidad y calidad sobre temas como el género, la igualdad y la violencia.
En esta última edición, el alumnado ha trabajado con la artista Mad Muasel para escribir la letra de una canción que refleja sus miradas y experiencias. Irune Herrero, responsable de la dirección artística del proyecto, explica que “la música juega un papel fundamental, no solo porque conecta, sino porque moviliza emociones y genera un espacio de confianza donde los jóvenes pueden expresarse desde la autenticidad.”
Madurez
Irune subraya que la diversidad de edades y madurez entre los participantes implica un desafío metodológico: “No es lo mismo trabajar con un grupo de 12 años que con adolescentes de 17. La capacidad para entender y profundizar en temas sociales varía mucho, y adaptamos los talleres para que cada grupo encuentre su voz.”
Además, Sonia comparte su experiencia personal como madre, señalando las dificultades para que los jóvenes se informen críticamente en un mundo dominado por la sobreinformación y los algoritmos digitales. “A veces me sorprende la falta de conocimiento profundo que tienen sobre temas actuales, y la respuesta común es ‘¿qué puedo hacer yo?’. Mi mensaje es que al menos indignarse ya es un primer paso para el cambio.”
El proyecto Musika eta Zure Begirada evidencia que el arte y la música son herramientas potentes para la sensibilización y la transformación social, y que cuando los jóvenes son protagonistas activos, no meros receptores, la educación en igualdad puede ser mucho más efectiva y cercana a su realidad.
