Javier Burón: “Bilbao se ha colmatado. El debate ya no es dónde construir, sino cómo intervenir”
La capital bizkaina se ve obligada a pasar de un modelo de expansión a uno de regeneración urbana debido a la escasez de suelo urbanizable

¿Qué pasa con la vivienda en Bizkaia? Una mirada con Javier Burón
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Bilbao
Bilbao se enfrenta a una etapa decisiva en materia de vivienda, marcada por la escasez de suelo urbanizable y la necesidad urgente de intervenir en el tejido urbano ya consolidado. Así lo defiende Javier Burón, exviceconsejero de Vivienda del Gobierno Vasco, quien apunta que la villa está cerca de completar su desarrollo urbano, lo que obliga a cambiar de paradigma. Es decir, de la expansión a la regeneración.
Según Burón, ahora director gerente de NASUVINSA, empresa pública de suelo industrial, vivienda y cohesión territorial del Gobierno de Navarra, el futuro de Bilbao pasa por intervenir de forma "quirúrgica" en edificios existentes, incentivar el alquiler asequible y explorar herramientas ya disponibles en la legislación vasca, como el derecho de tanteo y retracto, los programas de movilización de vivienda vacía o la compra directa de inmuebles por parte de la administración para incorporarlos al parque público.
Una ciudad colmatada
"En ciudades que se colmatan, como Bilbao, el debate futuro no será tanto sobre nuevos desarrollos, sino cómo generar suelo y techo asequible dentro de la ciudad ya construida", ha explicado Burón.
Aunque Bilbao tiene una realidad urbanística particular, su situación puede entenderse mejor comparándola con Vitoria-Gasteiz y Donostia. La capital alavesa, con más suelo disponible y una fuerte tradición de planificación estratégica, lidera en vivienda pública en alquiler; Donostia, en cambio, sufre las tensiones del turismo, las segundas residencias y la inversión extranjera, lo que limita el efecto de las políticas públicas. Por eso Bilbao se encuentra en un punto intermedio, ha desarrollado promociones con vivienda protegida, pero ahora debe centrarse en actuaciones dentro del tejido urbano consolidado.
La expansión, una vía agotada
Zorrozaurre es uno de los últimos grandes desarrollos de vivienda nueva en la ciudad, al igual que lo fue en su momento Miribilla. Pero más allá de estas operaciones puntuales, Bilbao se aproxima al límite de su crecimiento urbano tradicional. Las reservas de suelo escasean y, según Burón, pronto será imprescindible pensar en clave metropolitana, involucrando a los 21 municipios de ambas márgenes de la ría y articulando nuevas formas de gobernanza junto a la Diputación Foral de Bizkaia.
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En ese contexto, surge la duda de si instrumentos históricos como Bilbao Ría 2000 pueden asumir ese nuevo papel, o si será necesario reforzar o crear nuevas estructuras para coordinar actuaciones a escala metropolitana.
El factor climático y la presión del capital extranjero
Otro factor que empieza a preocupar en Bizkaia es la llegada de inversiones inmobiliarias procedentes de zonas del Mediterráneo, impulsadas por los efectos del cambio climático. Con temperaturas cada vez más extremas en el sur, la cornisa cantábrica gana atractivo como lugar de residencia temporal o de retiro, sobre todo para compradores del norte de Europa o de Estados Unidos. Aunque este fenómeno aún no tiene la intensidad que se observa en Baleares o la Costa del Sol, Javier Burón advierte que Euskadi no es ajena a esta presión. Aun así, recuerda que aquí existen elementos que ayudan a contenerla: por un lado, una economía industrial sólida que favorece el arraigo; y por otro, una legislación urbanística exigente que se aplica con rigor, con altos porcentajes de suelo reservado para vivienda protegida.
El reto, señala, será garantizar que quien compra lo haga para vivir, no para especular. “No es un problema de extranjeros, es un problema de uso. Puedes ser holandés y querer vivir en Barrika. El problema es cuando se compran viviendas que permanecen vacías 11 meses al año", ha concluido.




