El médico de paliativos que acompañó fuera de horario a una niña terminal: “Los niños no entienden de relojes”

“No estoy bien. No me hubiera cogido la baja si lo estuviera. Ha sido una decisión dolorosa, pero necesaria”. Con estas palabras inicia Jesús, pediatra del Hospital de Cruces, su testimonio tras la controversia generada por haber acompañado fuera de su horario laboral a una niña de 4 años en sus últimas horas de vida. Una actuación que, pese a su carácter humano y clínicamente irreprochable, provocó una advertencia formal y una ola de apoyo social sin precedentes.

Jesús, que forma parte del equipo de cuidados paliativos pediátricos del centro vizcaíno, afirma que no hicieron nada que no vinieran haciendo “desde hace 13 años” y con conocimiento tanto del hospital como del Servicio Vasco de Salud: “Sabían que lo hacíamos. Nos felicitaban por el trabajo. Pero ahora, por alguna razón, se nos ha señalado por actuar como siempre”.

“Fue un buen trabajo. Porque fue una muerte digna, como querían los padres”

En sus declaraciones a Radio Bilbao, el médico subraya que la niña falleció acompañada, en paz, y que eso no habría sido posible limitándose a un horario de oficina. “Muchos niños mueren de madrugada. Las estadísticas no entienden de fines de semana. Y la muerte tampoco. Si a las 12 del mediodía hay apoyo, ¿por qué no a las 3 de la mañana?”, se pregunta.

Jesús recuerda con emoción el agradecimiento de la familia y subraya que “los propios padres han dicho que fue un buen trabajo, y eso es lo que nos queda”.

“Si esto sirve para que se organice el servicio, entonces habrá valido la pena”

El caso ha abierto el debate público y ha forzado a Osakidetza a plantearse una reorganización. El consejero de Salud, Alberto Martínez, ha anunciado este martes que se trabaja en un modelo de cobertura 24/7 para paliativos pediátricos. Jesús recibe el anuncio con esperanza, pero también con cautela: “El mejor momento para hacer esto fue ayer. El segundo mejor, hoy. Pero que no se quede en palabras”.

Actualmente, el equipo lo forman solo dos pediatras, dos enfermeras y una psicóloga que acude una vez por semana gracias a una colaboración externa. “De lunes a viernes, de 8 a 15, no llegamos. Si se extiende a 24 horas, habrá que poner más gente. Guardias, turnos, lo que sea. Pero no con la plantilla actual”.

“No me arrepiento. Lo volvería a hacer”

Jesús reconoce sentirse emocionalmente desgastado, pero no arrepentido. “Volvería a hacer lo mismo. Porque al final, lo que hicimos fue cuidar. Como médicos, como personas”.