Erlantz Urien y AVIFES: cuando el deporte se convierte en terapia para la salud mental en Bizkaia

A veces, salir de casa puede parecer una montaña. Pero cuando hay un balón de por medio, todo cambia. Para Erlantz Urien, un joven bilbaíno de 29 años con esquizofrenia, el deporte es mucho más que una rutina física: es un salvavidas emocional. “Mientras lo estás haciendo no estás pensando en nada más. Estás muy concentrado en eso. Y eso, para alguien con una enfermedad mental, es muy bueno”, cuenta Erlantz en SER Deportivos Bilbao.

El deporte como vía de recuperación emocional

Gracias a la asociación AVIFES, referente en salud mental en Bizkaia, personas con diagnóstico psiquiátrico encuentran en el deporte un canal de expresión, motivación y pertenencia. Desde torneos de fútbol hasta grupos de caminata como Las Carolas, AVIFES lleva años promoviendo la actividad física como herramienta de inclusión y recuperación. En palabras de Graciela Rodríguez, psicóloga de la entidad, “el deporte les permite recuperar relaciones sociales, autoestima y la convicción de que pueden”.

Más que un equipo: una comunidad

Erlantz lo tiene claro: más allá del ejercicio, lo que le engancha es el equipo. “Al final tenemos una cosa en común: una enfermedad mental. Y podemos hacer partidos, una liga juntos. No mucha gente puede decir eso. Es una experiencia increíble”, dice emocionado. Lo que empezó como una forma de salir de casa se ha convertido en su principal motivación.

Barreras invisibles: del estigma a la desmotivación

El camino no es fácil. “La desgana, la desmotivación o el miedo al juicio social son barreras reales”, advierte Graciela. Muchas personas con enfermedad mental reciben mensajes constantes de que no pueden. A eso se suman los efectos secundarios de la medicación y una baja condición física. “Es la pescadilla que se muerde la cola”, explica. “Para sentirte mejor físicamente necesitas hacer deporte, pero no te sientes con fuerzas para hacerlo”.

Mujeres y salud mental: el doble reto en el deporte

La desigualdad de género también aparece. “A las mujeres nos cuesta más hacer deporte, y esto se agrava si hay un problema de salud mental”, señala Graciela. Por eso, AVIFES impulsa grupos exclusivos como Las Carolas, donde las participantes caminan, conversan y reconstruyen lazos de apoyo mutuo. Espacios seguros que empoderan.

Visibilizar lo invisible: un mensaje necesario

Antes de despedirse, Erlantz deja un mensaje claro: “Que se siga dando visibilidad a esto. Es una enfermedad que no se ve, pero que se tiene. Y merecemos una calidad de vida mejor de la que tenemos”. Su historia, como la de tantas otras personas, rompe el silencio que aún pesa sobre la salud mental.

Desde AVIFES, la misión continúa. Porque, como dicen ellos, el deporte no solo cura el cuerpo. También repara el alma.

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