Tanques de tormentas en Bizkaia: así se prepara el territorio ante las lluvias torrenciales del cambio climático

El clima está cambiando. Ya no llueve como antes. Lo que antes era sirimiri constante, hoy son trombas de agua que caen con fuerza y en minutos saturan alcantarillas y ríos. Frente a este nuevo escenario, Bizkaia se ha puesto manos a la obra… literalmente bajo tierra.

¿Qué son los tanques de tormentas?

Los tanques de tormentas son enormes depósitos subterráneos diseñados para recoger tanto el agua residual —la que sale de nuestras casas— como el agua pluvial, es decir, la que llega cuando llueve. Ambas circulan por la red de saneamiento y, en condiciones normales, se dirigen a la depuradora para su tratamiento. Sin embargo, cuando llueve con mucha intensidad, la cantidad de agua puede superar la capacidad de la depuradora. En esos casos, los tanques de tormentas actúan como sistemas de alivio: almacenan temporalmente ese exceso de agua para evitar que la red se colapse y que el agua sin tratar se desborde y acabe contaminando ríos o cauces naturales. Así, estos tanques actúan como pulmones de la red hidráulica, almacenando millones de litros hasta que la situación se normaliza.

El reto del cambio climático en Bizkaia

Según ha explicado Pedro Barreiro, gerente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, en el programa Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia, “la cantidad anual de lluvia no ha cambiado mucho, pero ahora llueve menos días y con mayor intensidad. Y eso lo cambia todo”. La infraestructura tradicional ya no es suficiente. Por eso, desde hace años se viene trabajando en la construcción de tanques de tormenta repartidos por toda Bizkaia.

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¿Dónde están y cuántos hay?

A pesar de que hay en funcionamiento más de una decena de tanques de tormenta gestionados por el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, los principales están en Lamiako (10.000 m³), Santurtzi (12.000 m³), Asua (8.000 m³), Arriandi (25.000 m³) y el más grande de todos, en Etxebarri, con una capacidad de 75.000 m³. Este último, en funcionamiento desde 2014, puede recoger agua desde el Valle de Arratia hasta Basauri, funcionando como una enorme piscina de hormigón bajo el suelo. En construcción está el de Galindo, que añadirá otros 90.000 m³ de capacidad. En total, serán 200.000 m³ de almacenamiento preventivo frente a tormentas.

Tecnología subterránea al servicio del medio ambiente

Estos tanques no solo almacenan agua. También incorporan sistemas de autolimpieza por gravedad, que arrastran los residuos acumulados y los dirigen a las depuradoras cuando el caudal se normaliza. Así, el agua recogida se trata de forma controlada, evitando vertidos directos al medio natural. En palabras de Jesús María Morán, director de Imagen del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, “cuando llueve mucho de golpe y la red se satura, estos tanques evitan que el agua sucia acabe en nuestros ríos”.

¿Y qué responsabilidad tenemos como ciudadanía?

Además de estas grandes infraestructuras, el mantenimiento del sistema también depende de nuestros hábitos. Campañas como la de las toallitas húmedas o el aceite usado recuerdan que pequeños gestos pueden tener un gran impacto. “Un solo litro de aceite contamina cientos de litros de agua”, subraya Barreiro. Por eso, la colaboración ciudadana sigue siendo esencial.

Lo que viene: más inversión y tarifas al alza

El futuro de la gestión del agua pasa por la tecnología y también por la inversión. Con la entrada en vigor de nuevas directivas europeas, las tarifas del agua subirán progresivamente. Pero como ha recordado Barreiro, “agua va a haber, pero nos va a costar más. Es una cuestión de sostenibilidad y responsabilidad común”.

Bizkaia se prepara para un nuevo clima, y lo hace con soluciones invisibles a simple vista, pero esenciales bajo nuestros pies. Los tanques de tormentas no solo recogen agua. Protegen nuestro presente y, sobre todo, nuestro futuro.

'Cambio climático: el impacto en Bizkaia'