La huelga de jardineros retrasa el plan para recuperar los árboles en Vitoria: "Lo ideal hubiera sido empezar en primavera, pero será en otoño"

Vitoria-Gasteiz

La salud del suelo en los parques y jardines urbanos de Vitoria, como ya se preveía ante la mortalidad de algunos de sus árboles, no goza de buena salud, "pero no debemos entrar en el catastrofismo, porque tampoco es la situación real, sí que tenemos parques como el de Olarizu que está en mucho mejor estado respecto a otros mucho más urbanos y artificiales", como nos indica el técnico arborista del Ayuntamiento, Alejandro Ruiz Rolle.

La prioridad ahora, según sus propias palabras, es clara: los trabajos de recuperación deberían comenzar este otoño, tras no haber podido arrancar en primavera debido a la huelga de jardinería, que "era el momento ideal por el ‘tempero’, es decir, la cantidad adecuada de agua en el suelo que facilita la descompactación. Pero por la huelga, no va a poder ser. Confiamos en que otoño pueda ser el punto de inicio”.

Un plan a largo plazo, pero que debe comenzar ya

El plan contempla una combinación de actuaciones, como la introducción de materia orgánica bien compostada, el uso de especies vegetales con raíces descompactadoras, y la inoculación de microorganismos beneficiosos, como pseudomonas o bacilos subtilis, para mejorar la salud del suelo en la zona en contacto con las raíces.

No obstante, hay esperanzas de ver los primeros resultados "interesantes o chulos en dos o tres años en zonas donde la calidad del suelo ya es mejor, como Olarizu o algunas partes de Arriaga, donde la descompactación podría generar cambios más rápidos". En cualquier caso, "la monitorización constante de los resultados y las analíticas de suelo serán esenciales para guiar las decisiones futuras", ha remarcado Ruiz Rolle.

Además, se está produciendo un cambio en el tipo de especies arbóreas plantadas, priorizando aquellas que desarrollen copas más anchas y globosas para ofrecer sombra y reducir la temperatura urbana. “Si no tenemos árboles en la ciudad, con las temperaturas que estamos alcanzando, lo vamos a pasar muy mal”, advierte Ruiz Rolle.

Los grandes retos: compactación y escombros

Dos de los problemas más preocupantes identificados son la compactación del suelo y la aparición de escombros. La compactación es un factor crítico, ya que, "condiciona el resto de parámetros". Un suelo altamente compactado pierde el aire esencial, impidiendo la vida y la interacción de los microorganismos con las raíces de los árboles, incluso si es rico en materia orgánica o nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio. Esta "faena" para la ciudad significa que la compactación anula los beneficios de otros parámetros positivos", ha indicado Ruiz Rolle.

En cuanto a la presencia de escombros, el técnico arborista, la calificó de "curioso". Parece ser resultado de fases constructivas pasadas en las que estos materiales se usaron como rellenos. Aunque es común en entornos urbanos y no se ha encontrado en la mayoría de los sitios, puede afectar la infiltración del agua, haciendo que sea "demasiado rápida" en algunas zonas.

La responsabilidad ciudadana

Alejandro Ruiz Rolle también apela a la ciudadanía. “Debemos ser conscientes de que el uso que hacemos de los parques también influye. Por ejemplo, los caminos del deseo que todos usamos para acortar camino compactan el suelo y destruyen la vegetación. Esos caminos deberían integrarse en el diseño urbano”. Asimismo, pide respeto por ejemplares singulares y sensibles que necesitan cierta protección, incluso si ello implica limitar el uso recreativo en zonas muy concretas.

No se trata de prohibir actividades, sino de "combinar una gestión adecuada". Existen espacios y ejemplares arbóreos de gran valor que deben ser respetados para que "pervivan para el futuro". Esto incluye evitar la organización de "macroeventos" o actividades muy recurrentes en zonas sensibles. La clave es "mejorar la gestión" de estos espacios, no eliminarlos, para garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de la riqueza arbórea de Vitoria-Gasteiz. El desafío es considerable, pero la implementación de este plan en otoño marca el primer paso vital hacia un futuro más verde y habitable para la ciudad.