Eguzkilore: la mitología vasca en joyas
Una marca que transmite historia, simbolismo y una forma muy especial de entender la joyería como arte, legado y expresión de identidad vasca

Comercio con Historias - Joyería Eguzkilore
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Eguzkilore es un comercio que combina tradición, artesanía y una profunda conexión con la cultura vasca. Es una firma de joyería con presencia en las principales capitales vascas y una historia familiar llena de significado.
En `Hoy por Hoy Gipuzkoa´ Igotz Zuluaga, uno de los hermanos que está al frente de este proyecto familiar ha relatado la historia de este negocio nacido oficialmente en 2007, pero que hunde sus raíces décadas atrás, en el oficio artesano de su padre, joyero de profesión. “Mi aita era joyero artesanal. Mi hermano aprendió el oficio con él y ahora fabrica todas nuestras joyas. Yo me ocupo de la parte comercial, y juntos continuamos el legado familiar”, ha explicado.
La historia de Eguzkilore comienza con un deseo materno. “Mi ama siempre estuvo muy ligada a la mitología vasca y le pidió a mi padre que le hiciera un broche con la forma del eguzkilore”, recuerda Igotz. Ese primer diseño gustó tanto que terminó convirtiéndose en la piedra angular de una marca que hoy es sinónimo de joyería vasca con identidad propia.
Desde entonces, el eguzkilore (flor mítica que según la tradición vasca protege los hogares) no solo da nombre al negocio, sino que protagoniza muchas de sus piezas: broches, pendientes, colgantes, anillos... “Tenemos registrados varios diseños originales de eguzkilore. Lo reinterpretamos en distintos tamaños, materiales y estilos, para que cada persona encuentre el suyo”.
Eguzkilore cuenta con dos tiendas en San Sebastián y también están presentes en Bilbao, Vitoria y Pamplona, con tiendas a pie de calle y por supuesto, también vendemos online”, explica Zuluaga.
La venta online, a través de su web eguzkilorejoya.com, representa una parte importante del negocio. “Vendemos por toda España, pero también enviamos a Europa y América. Nos compran incluso desde México, muchas veces personas con raíces vascas que quieren llevarse un trocito de aquí”.
Eguzkilore ofrece desde piezas asequibles —como pendientes de acero negro desde 29 euros— hasta joyas exclusivas de más de 4.000 euros, como broches o colgantes de oro bicolor con diamantes talla brillante. También realizan encargos totalmente personalizados, incluso con piedras traídas por los propios clientes. “Mi hermano es joyero artesano y tasador oficial de alhajas, así que trabajamos a medida con la máxima garantía”, señala Igoitz.
Una de las iniciativas más valoradas por su clientela es la opción de reutilizar oro antiguo. “Mucha gente nos trae joyas heredadas que ya no usa, y con ese oro fabricamos piezas nuevas. Es una forma sostenible y emocional de renovar el joyero”, dice. Esta práctica de economía circular les permite ofrecer una alternativa más ecológica, sin perder valor ni calidad.
Eguzkilore también destaca por su implicación social. Han creado joyas solidarias cuyos beneficios han sido destinados a causas como la Asociación contra el Cáncer de Álava —a quienes donaron recientemente 3.000 euros—, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, o la asociación Clara Campoamor.
“Cada año elegimos una pieza de la colección para convertirla en joya solidaria. Guardamos una parte de cada venta y la destinamos a apoyar proyectos culturales, científicos o sociales. No solo vendemos joyas, también queremos aportar algo a la sociedad”, afirma Zuluaga.
Entre las piezas más deseadas, destaca un espectacular eguzkilore con diamante en el centro, del que recientemente se enamoró un turista británico. “Se lo llevó hace poco, ahora mismo no lo tenemos en tienda, pero mi hermano ya está fabricando una nueva versión”, comenta.
En cuanto a las más vendidas, triunfan los modelos de plata con baño de oro rosa o rutenio (baño negro), por su equilibrio entre diseño, simbología y precio. También las pulseritas de colores con pequeños eguzkilores, ideales para niñas o como regalo sencillo y especial.
Aunque el símbolo central de la marca es el eguzkilore, en la joyería también ha diseñado otras piezas con inspiración cultural, como la almendra de Vitoria, la mano de Irulegi o colgantes de Ekain, siempre desde una mirada artesanal y con respeto a las tradiciones.
Y aunque no descartan totalmente la apertura de nuevas tiendas, ahora mismo están enfocados en renovar algunos de sus puntos de venta, como la tienda de la calle Hernani en Donostia.

Coro Tellechea
Llevo en Radio San Sebastián 24 años desempeñando diferentes funciones, pero sobre todo realizando las...




