Leticia Badiola, magistrada de violencia sobre la mujer en Bilbao: “Cada vez recibimos más denuncias de víctimas jóvenes”

Bilbao

La violencia de género sigue al alza y cada vez afecta a personas más jóvenes. Así lo ha señalado Leticia Badiola, magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Bilbao, quien ha dibujado en 'Hoy por Hoy Bilbao Bizkaia' una preocupante “foto actual” de los juzgados especializados: aumento sostenido de denuncias, especial incidencia en meses estivales y un incremento notable de los delitos contra la libertad sexual, muchos de ellos con víctimas menores de edad.

Dos juzgados en Bilbao… ¿suficientes?

Actualmente, Bilbao cuenta con dos juzgados especializados en violencia sobre la mujer. Según Badiola, la situación se repite cada año: “Se incrementa el número de denuncias y, por tanto, el volumen de trabajo”. Aunque aún no han llegado las semanas más intensas de fiestas, como ya ocurrió en el “verano de los pinchazos” en 2022, la magistrada cree que el aumento habitual ya se está notando.

Víctimas más jóvenes y delitos sexuales al alza

Uno de los datos más llamativos es el perfil de las víctimas: “Cada vez vemos más denuncias entre jóvenes, incluso menores de edad”, ha explicado Badiola. Junto a ello, también se detecta un crecimiento de los delitos contra la libertad sexual. Aunque el porcentaje de menores sigue siendo bajo, es significativo y en aumento.

Verano: época de mayor riesgo

Aunque no se han detectado aún casos masivos como los “pinchazos” del verano de 2022, los delitos contra la libertad sexual han aumentado, según la magistrada. Parte de las víctimas son muy jóvenes, y muchas veces el entorno calla.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ya advirtió que julio y agosto son los meses más peligrosos. Badiola coincide: “Es un periodo con más convivencia en pareja, menos rutinas, más socialización, alcohol y celos... Todo eso puede ser un factor de riesgo”. A pesar de ello, recuerda que “no hay que generar una sensación de inseguridad, pero sí estar atentos”.

“Intramuros” y la importancia de hablar

La jueza insiste en que muchos casos siguen ocurriendo dentro del hogar y no salen a la luz. Por eso, lanza un mensaje claro: “Es fundamental que quien sepa de una situación la denuncie. Muchas víctimas no llegan a los juzgados porque nadie da la voz de alarma”.

Cita un reciente estudio sobre feminicidios en Bizkaia y subraya el papel clave de profesionales en centros escolares, sanitarios o servicios sociales, que pueden detectar señales de alerta antes de que sea demasiado tarde.

Coordinación y protección de datos

Aunque se avanza en coordinación, Badiola apunta a un obstáculo importante: la protección de datos. “Sigue siendo una barrera para compartir información entre instituciones”, señala. La magistrada pide más pedagogía social y voluntad política para mejorar el trabajo conjunto entre juzgados, policía y servicios sociales.

Preguntada por el papel de la policía en la investigación de los casos, Badiola reconoce su trabajo esencial, pero aclara: “Los informes policiales no son condenas. Para eso están los jueces, que valoramos el conjunto del proceso”. Además, reclama más estabilidad en los cuerpos policiales especializados en violencia de género para evitar rotaciones que afecten al seguimiento de los casos.

“No hay vínculo entre raza y violencia machista”

A raíz de los recientes disturbios racistas en Murcia, la magistrada fue tajante: “No se puede criminalizar a la población extranjera. Los datos muestran que la mayoría de los agresores son españoles”. Sí reconoce que ser mujer extranjera puede aumentar la vulnerabilidad por falta de red de apoyo o barreras idiomáticas, pero insiste: “Eso no implica que cometan más delitos”.

Barakaldo: un juzgado menos, una sobrecarga más

Mientras tanto, en Barakaldo, la preocupación crece. Allí se ha decidido eliminar un juzgado de instrucción para convertirlo en uno de violencia, pero las juezas de la zona advierten: "No es una solución, es trasladar el problema".

Silvia Martín, jueza decana de Barakaldo, lidera la oposición a la medida. “Pasar de cuatro juzgados de instrucción a tres colapsará el sistema. Eso supone más retrasos, instrucciones deficientes y una sensación de impunidad que genera inseguridad ciudadana”, advierte.

El juzgado de violencia sobre la mujer en Barakaldo, además, solo cuenta con una magistrada que asume todas las guardias. “No hay turnos como en Bilbao. Llega cada mañana sin saber cuántas denuncias entrarán. Esto afecta a la calidad de la respuesta judicial”.

Las juezas ya han trasladado su preocupación a los nueve ayuntamientos del partido judicial —entre ellos Portugalete, Santurtzi y Sestao— y han recibido su respaldo. Plantean mociones institucionales para pedir la creación de un nuevo juzgado específico de violencia, sin eliminar los ya existentes.