El Gobierno vasco va a regular la instalación de parques solares flotantes en los embalses

Vitoria-Gasteiz

Placas solares flotando en los embalses. Una alternativa para generar energía renovable sin consumir terrenos de cultivo, que el Gobierno vasco va a regular en los embalses de su competencias: los de las cuencas internas de Euskadi. La viceconsejería de Medio Ambiente somete estos días a consulta pública previa el decreto que regulará la instalación de parques fotovoltaicos en los embalses pertenecientes al dominio público hidráulico en las cuentas internas del País Vasco.

En la actualidad, ya se podrían instalar placas en los embalses alaveses del sistema del Zadorra, ya que dependen de la Confederación hidrográfica del Ebro y el Gobierno de España reguló estas instalaciones hace un año. Ahora, el vasco va a hacer lo mismo con los embalses de las cuencas internas de Euskadi: los de Urkulu, Aixola, Barrendiola e Ibaieder.

Según ha explicado a SER Vitoria José María Sanz de Galdeano, director de planificación de URA estos parques flotantes tienen muchas ventajas: Reducen la evaporación del agua, ralentizan el crecimiento del fitoplancton, etc. aunque la principal es que contribuyen a generar energía renovable sin consumir terrenos de cultivo. Sanz de Galdeano recuerda que en Euskadi la participación de las energías renovables en el consumo final energético debe representar al menos el 32 por ciento, según el art. 23 de la Ley 1/2024 de Transición Energética y cambio climático.

Su principal inconveniente es que, como se desconocen los impactos que pueden tener en las masas de agua, la superficie a ocupar permitida será muy pequeña: entre un 5 y un 15 por ciento dependiendo de la calidad y el estado del agua. Los cuatro vascos tienen entre 10 y 80 hectáreas, con lo que la dimensión de los potenciales parques sería muy pequeña.

En la actualidad no hay ninguna parque solar en los embalses vascos. Lo que hay es un piloto de la empresa EMICA con 196 placas en una balsa en el Parque tecnológico de Álava. Ellos dan fe de las ventajas de estos parques: se evapora menos agua y en un año han evitado la emisión de cien toneladas de CO2 a la atmósfera.