Los primeros 50 atunes rojos engordan ya en las jaulas de Getaria

Vitoria-Gasteiz

La granja acuícola sumergible de Getaria ha iniciado ya la prueba piloto de engorde de atún rojo. Los primeros 50 ejemplares capturados por la flota vasca se encuentran enjaulados desde hace dos semanas y han empezado a ser alimentados. A finales de octubre, AZTI y Balfegó analizarán la cantidad y calidad de su engrase y si el resultado es positivo comenzará el preescalado comercial.

Dos años han pasado desde que Itsas Balfegó S.L., la compañía fundada por Balfegó y el centro de investigación AZTI, presentase al Gobierno vasco el proyecto para crear frente a la costa de Getaria la primera instalación de engorde de atún rojo vivo en jaulas sumergibles en el Cantábrico.

Esa granja, actualmente dotada de dos jaulas sumergidas, ya acoge desde hace un par de semanas el primer paso del proyecto piloto que debe probar si se pueden trasladar a las bravas aguas del Cantábrico las instalaciones de engorde que ya funcionan en el Mediterráneo y si es rentable.

50 ejemplares de 70-80 kilos cada uno

Según ha contado a la Cadena SER el viceconsejero de Pesca del Gobierno vasco, Leandro Azkue, el primer paso para comenzar ese piloto ha sido la captura de los ejemplares. "La flota vasca tenía una autorización de la Comisión Europea para pescar 50 atunes rojos. Los capturamos aquí, en el Cantábrico, aproximadamente entre Getaria y Hondarribia, a unas tres horas al norte hacia la costa francesa. Ya se pescaron y desde hace dos semanas están en la jaula".

Los 50 atunes rojos ingresaron en la jaula con un peso de entre 70 y 80 kilos cada uno. En estas dos semanas han comenzado a recibir alimento: sardina congelada, verdel congelado, caballa congelada, anchoa congelada... "La primera semana apenas comen, pero luego entran en una fase de domesticación, se acostumbran a esa comida congelada y toda esa comida, junto con el menor ejercicio que realiza el atún dentro de la jaula, hace que todo lo que vaya comiendo se convierta en esa grasa buena que tanto valoran en los mercados asiáticos y norteamericanos, que son capaces de pagar un precio importante por el atún rojo", explica Azkue.

La prueba piloto durará cuatro meses. A finales de octubre llegara el momento de sacrificar a los atunes rojos para conocer cuál ha sido su tasa de engorde, cuánto han engrasado. "Es una prueba más biológica", cuenta el viceconsejero, "de ver, tanto la cantidad de grasa, como la calidad de esa grasa, que es lo que se valora en esos mercados".

El año que viene con 500-1.000

Si el resultado es positivo, la idea es hacer un preescalado comercial el verano que viene, con entre 500 y 1.000 atunes rojos, para analizar su rentabilidad económica en los mercados. El último paso, sería iniciar en dos o tres años una industrialización del proceso aprovechando la cuota de pesca que tienen los barcos vascos, lo que teóricamente, podría dar para llenar cinco jaulas de una capacidad de 1.000 atunes cada una.