'Ondarroako neskatilak', el proyecto que ayuda a recuperar el trabajo de ellas en el puerto

Las neskatilak son las mujeres que pesan, clasifican y ordenan cajas de pescado procedentes de la flota pesquera de Ondarroa. Trabajan en la lonja para varias empresas antes de la subasta. Un oficio ancestral que sólo encontramos en el puerto de Ondarroa. Conocidas también como empacadoras o empaquetadoras operan al fresco en la flota de altura. El puerto vivió una actividad intensa en los años 80, ahora, con la merma de la flota, la situación ha cambiado pero ellas no quieren perder su historia. A través de la Dirección de Turismo en Bizkaia se han organizado y dos de ellas son parte de las visitas guiadas al puerto para conocer el proceso y la actividad.

Historia viva

En los ochenta, en el puerto de Ondarroa había entre 200 y 250 mujeres empacadoras. Actualmente sólo quedan unas once mujeres profesionales, pero con una edad media superior a los 52 años. Isaura Piñeiro fue una de ellas. Hace ocho años se jubiló, pero ahora cuenta orgullosa cómo, "sin ser una guía turística, porque no lo somos", intentamos ayudar a entender un trabajo que puede estar en riesgo de desaparición. Desde hace varias décadas, todas las mujeres que trabajaban en los puertos consiguieron asociarse, se les reconoció el oficio y por fin tuvieron derecho al reconocimiento de sus enfermedades profesionales y, por supuesto, a una pensión. En este nuevo capítulo de SER Viajeros Euskadi, Isaura reconoce que las "guías son ahora nuestra forma de reivindicar lo que hemos hecho y aún hacen las compañeras". El mensaje es claro, "diversificamos nuestra actividad principal, la pesca, pero ante el declive del oficio queremos que el conocimiento perdure".

Proyecto estrella turismo regenerativo

Ofrecen una visita guiada que comienza en el casco histórico y en la iglesia para conocer la historia de los barrios marítimos. Después llega la lonja de pescado. Allí se ve una descarga real y junto a ellas nos guían hasta la venta pescado en la cofradía. Allí se realiza una compraventa teatralizada en la que explican su trabajo en esta labor. La visita finaliza con una degustación de un pintxo de merluza acompañado de un txakoli. Las visitas guiadas se cierran en la oficina de turismo de Ondarroa y no se ofrecen sólo al puerto, también hacia la ruta de sus murales. Pero eso, es otra historia.