Canoas, tesoros y un Urumea más limpio en la Semana Grande
La actividad combinó deporte, diversión y sensibilización medioambiental para acercar la fiesta a la periferia de la ciudad.

Entrevista a Unai Elizasu, el encargado de "En busca del tesoro en canoas" y el creador del proyecto Arrauning
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Dentro de la programación de la Semana Grande donostiarra, la actividad En busca del tesoro llevó ayer a decenas de participantes a recorrer el río Urumea en canoa con un doble objetivo: divertirse y recoger residuos. Organizada por Arrauning, la propuesta partió desde el embarcadero de la plaza de las Lavanderas (Loiola) y permitió conocer el entorno fluvial de una forma diferente.
La Semana Grande llega al Urumea
“Para nosotros significó muchísimo, y yo creo que también para la ciudad”, afirmó Unai Elizasu, uno de los organizadores de la actividad. “La Semana Grande de Donosti siempre ha estado más centralizada en la Parte Vieja y en el centro. Haberlo traído hasta esta periferia, nos ha hecho sentir muy contentos de ser parte de estas fiestas”.
La idea de combinar la limpieza del río con una búsqueda del tesoro no era nueva: Arrauning ya la había puesto en marcha con centros escolares. “Es mucho más motivante decirle al cliente o al alumno que vamos a ir a hacer un 'en busca del tesoro' que decirle ‘vamos a sacar basura’”, relató Elizasu. Además, subrayó que mientras se recogían botellas o plásticos, se descubrían otros tesoros: “El puerto del siglo XVIII, los patitos recién nacidos… El objetivo es que te das cuenta del verdadero tesoro que tenemos en el río”.
Concienciar y disfrutar
“La concienciación no tiene por qué estar reñida con pasarlo bien”, apuntó. Según Elizasu, la propuesta combinó diversión y sensibilización medioambiental. “Fue en canoas, en el agua, y ya de por sí el contexto era divertido”.
El organizador señaló que encontraron pocos residuos, ya que el Urumea “está muy limpio”, aunque sí aparecieron varias botellas de plástico, “por las mareas vivas de hace dos días”. También recordó que el río “sube y baja” y siempre guarda alguna sorpresa.
En la cita participaron unas 35-40 personas, entre ellas familias y niños. “El único requisito es que la gente esté viva”, bromeó. No hizo falta experiencia previa para remar, ya que la actividad estaba pensada para todo tipo de públicos.
Una joya de San Sebastián
Para los que participaron por primera vez, Elizasu ofreció una introducción histórica antes de comenzar la búsqueda. “En Donosti hay un río que muchos ni siquiera saben por qué se llama Urumea. Durante la actividad, primero fuimos río arriba y expliqué las historias de los lugares, y luego bajamos buscando el tesoro. Así conocieron una joya de San Sebastián que no mucha gente conoce”, aseguró.
Aunque no se sabe cómo estará el río dentro de diez años, Elizasu insistió en que lo importante es el mensaje que se transmite cada vez que se hace una actividad así: “Es un sitio limpio, salvaje y espectacular. Si ves algo que no tiene que estar ahí, recógelo. Hay que incitar esa concienciación”.




