El Athletic arranca con dos victorias después de doce años

Bilbao

Oihan Sancet, ya recuperado de la lesión sufrida en la pretemporada, mantuvo ante el Rayo Vallecano en San Mamés, de penalti, el pleno del Athletic en el arranque liguero, seis puntos de seis posibles, todos en 'La Catedral', que le sitúan en la parte más alta de la tabla.

Sancet transformó desde los once metros, engañando al meta argentino Augusto Batalla, un penalti sobre él mismo de Gerard Gumbau. De inicio, ambos técnicos repitieron los equipos de su exitoso arranque liguero. Valverde, a pesar de que recuperaba a Sancet -también a Prados y a Unai Gómez-, que salía de una lesión en el ligamento lateral de la rodilla derecha; e Iñigo introduciendo otra vez ocho cambios respecto al partido europeo del jueves en Hungría. Respecto al que solo repetían Batalla, Lejeune y Unai López.

Como se esperaba, el arranque fue una lucha por imponer la presión en campo rival. Algo en lo que acertó más el Rayo, que le cambió en el sorteo el medio campo que suele ocupar el Athletic.

Y en ese inicio intenso los franjirrojos estuvieron a punto de aprovechar un error en la salida de balón de Jauregizar, que se lo dio mal a Areso, y abrir el marcador con la colada de De Frutos. El delantero visitante logró rematar sin apenas ángulo entre las piernas de Unai Simón, pero no dirigir el balón entre los tres palos y Yuri sacó la pelota que merodeaba por el área pequeña.

Un remate de De Frutos en fuera de juego y un disparo de Maroan que acabó en córner cerraron las escasas ocasiones, ninguna muy clara, hasta el descanso.

Más lo fueron las tres primeras que tuvo el conjunto rojiblanco en el inicio de la segunda mitad, que los de Valverde arrancaron ya con el recuperado Sancet. Un penalti de Gumbau, que se lio en la salida de balón, al navarro que transformó en el 1-0 el propio jugador rojiblanco.

Ya con el choque muriendo, en el minuto 94, Unai Gómez perdonó el 2-0 ante el meta argentino y Sancet no encontró portería en un remate lejano con la meta visitante vacía.