Un compromiso "no escrito" con los belenes de la iglesia de Zaramaga bloquea el memorial del 3 de marzo de Vitoria
La familia Sánchez Iñigo, propietaria junto al Obispado de la colección, ha rechazado varias altenativas para reubicar las piezas porque "no reúnen las condiciones"

Iglesia de San Francisco de Asis con los retratos de las víctimas del 3 de marzo en primer plano / CADENA SER

Vitoria-Gasteiz
Se está armando el belén con el futuro memorial del 3 el marzo de Vitoria y nunca mejor dicho. No hay forma de sacar la colección de belenes que alberga la Iglesia de San Francisco de Asis, lo que está impidiendo que puedan comenzar las primeras obras para convertir el templo en el memorial que recordará a los cinco trabajadores asesinados en aquella masacre policial.
El problema está en un compromiso "no escrito". No hay nada firmado, admiten las distintas partes, tan solo un compromiso verbal que es al que se aferran el Obispado y la familia Sánchez Iñigo, propietarios de la colección integrada por 18 belenes grandes, además de uno monumental de 160 metros cuadrados de superficie, para enrocarse y exigir que, sin un local alternativo "adecuado" en el que se puedan exponer, las figuras se quedan donde están.
Las instituciones han ofrecido varios emplazamientos sin éxito que han sido rechazados porque "no reúnen las condiciones", según explican fuentes de la familia Sánchez Iñigo a la Cadena SER.
"Estamos deseando sacar las piezas, pero no vamos a aceptar soluciones transitorias", aseguran. Por su parte, el Obispo, Juan Carlos Elizalde, entrevistado en Hoy por hoy Vitoria, ya insistió hace unos días en que la "llave" de la solución está en manos del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava por el citado compromiso. "Verbal o escrita, la palabra es la palabra", aseguran fuentes de la Diócesis a la Cadena SER.
A contrarreloj
El Gobierno vasco, a través de Gogora, está trabajando a contrarreloj para buscar una solución y poder así empezar las primeras obras destinadas a reforzar la cubierta de la iglesia antes de que acabe el verano, tal y como se comprometió.
No obstante, recuerda que su compromiso pasa únicamente por asumir el coste del traslado. Nada más. Y no descarta hacerlo, si llegado el caso no hay acuerdo.
Desde Martxoak 3, la asociación de víctimas, Nerea Martínez no oculta su enfado. "No vamos a entrar en el debate de dónde tienen que estar los belenes, solo sabemos que han pasado cien días desde la primera reunión de la Fundación, no se ha ejecutado ninguno de los compromisos que se anunicaron y no es de recibo", ha lamentado Martínez en declaraciones a la SER.
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Nerea Martínez de la Asociación de Víctimas del 3 de marzo, sobre los belenes de San Francisco
La intención de Gogora es poder reabrir la Iglesia de forma simbólica el 3 de marzo del año que viene cuando se cumplen 50 años de aquellos asesinatos, aunque está por ver si no lo impiden unos belenes.




