Bilbao inicia la transformación final de María Díaz de Haro: casi seis millones para convertir la calle en un gran corredor verde
El Ayuntamiento de Bilbao arranca la segunda y última fase de las obras en la calle María Díaz de Haro. El proyecto, con una inversión cercana a los seis millones de euros, ampliará zonas peatonales, sumará espacios verdes y dará continuidad al gran corredor que conecta Doña Casilda con Amezola


El corazón de Bilbao late hoy con fuerza en la calle María Díaz de Haro. El Ayuntamiento ha puesto en marcha la segunda y última fase de unas obras que cambiarán para siempre la fisonomía de esta arteria urbana. Con una inversión de 5,7 millones de euros y un plazo de ejecución de catorce meses, el objetivo es claro: culminar la transformación integral de la calle y convertirla en un corredor verde más amable, peatonal y lleno de vida.
De Gran Vía a Simón Bolívar: el tramo que faltaba
Si la primera fase (2021-2023) dio nueva cara al tramo entre Simón Bolívar y Autonomía, ahora es el turno de las cuatro manzanas comprendidas entre Gran Vía y Simón Bolívar, una superficie de casi 14.000 metros cuadrados. Actualmente, apenas 3.600 metros se destinan al peatón; al final de las obras, serán 6.200 metros cuadrados de espacio peatonal y zonas estanciales.
Más verde, más ciudad
La filosofía es sencilla: aceras más anchas, espacios para pasear y descansar, y más árboles. En total, se plantarán 39 nuevos ejemplares, con especies como arces y tilos plateados, que dibujarán un paisaje cambiante de colores y formas a lo largo del año.
El primer tramo, entre Gran Vía y Rodríguez Arias, tendrá un diseño especial: una jardinera central innovadora, con vegetación rodeada de tiestos deconstruidos y un revestimiento de gres en tonos verdes. Por la noche, un juego de luces LED resaltará la vegetación y convertirá el paseo en una experiencia diferente.
Movilidad sostenible y accesibilidad
El tráfico no desaparece, pero se reorganiza. La calzada se reducirá a dos carriles, habrá un nuevo bidegorri que conectará con el ya existente en Anselmo Clavé, y se crearán pasos de peatones más anchos y seguros, algunos elevados, para mejorar la accesibilidad y el tránsito hacia Doña Casilda.
Además, se renovará toda la red de saneamiento y alumbrado, con un sistema moderno, eficiente y ornamental que acompañará al nuevo diseño urbano.
Una calle que late con la ciudad
Con estas obras, María Díaz de Haro dejará de ser solo una vía de tránsito para convertirse en un espacio de encuentro, un pulmón verde que conecta dos de los parques más queridos de Bilbao. Una calle que, en poco más de un año, será sinónimo de modernidad, sostenibilidad y convivencia urbana.











