Bilbao frena el proyecto del Obispado: adiós al nuevo edificio en la antigua BAM
El Ayuntamiento deniega la prórroga de la licencia y ordena restituir los terrenos en tres meses tras años de polémica vecinal y paralizaciones

Parcela donde está previsto edificar una clínica de Mutualia, en Bilbao. / Abando Habitable

El Ayuntamiento de Bilbao ha puesto punto final al polémico proyecto del Obispado en la antigua Escuela de Magisterio (BAM). La prórroga solicitada para continuar las obras ha sido denegada. Con esta decisión, la licencia otorgada en 2021 queda caducada y, en consecuencia, no se construirá el edificio previsto ni la clínica de Mutualia que formaba parte del plan inicial.
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Obras paralizadas desde abril de 2024
Las obras comenzaron en octubre de 2023, pero apenas seis meses después, en abril de 2024, todo se detuvo. La constructora Murias, encargada del proyecto, entró en concurso de acreedores y dejó el solar a medio camino. La imagen de grúas paradas y vallados metálicos se convirtió en símbolo de un proyecto cada vez más cuestionado.
Vecinos en pie por un espacio verde
El proyecto arrastraba críticas desde su anuncio. Colectivos vecinales y plataformas ciudadanas reclamaban convertir los terrenos en un espacio verde, abierto y “habitable”. Su oposición se ha mantenido firme durante años, con protestas y alegaciones que, finalmente, parecen haber pesado en la decisión municipal.
Obligación de restituir el solar
La resolución municipal no solo cierra la puerta al edificio: también ordena al Obispado devolver la urbanización a su estado original en un plazo máximo de tres meses. Esto incluye eliminar recrecidos provisionales, retirar barandillas, reponer aceras, aparcamientos y pintado de líneas, así como sustituir el vallado metálico por uno de ladrillo o similar de entre dos y tres metros. Si no se cumple, habrá multas coercitivas de 600 euros y, en última instancia, ejecución subsidiaria a cargo del Consistorio.
Última oportunidad en los tribunales
El Obispado aún puede recurrir la resolución. Tiene un mes para interponer un recurso de reposición o dos para acudir a la vía contencioso-administrativa. Sin embargo, el mensaje del Ayuntamiento es claro: el proyecto, tal y como se diseñó, no seguirá adelante.
El pulso entre el Ayuntamiento de Bilbao y el Obispado ha llegado a su punto más álgido. Lo que hace unos años parecía un proyecto imparable —un nuevo edificio en el solar de la antigua BAM, con clínica incluida— hoy se desvanece. La Administración local ha dicho basta porque las obras no se han ejecutado, ni siquiera prácticamente iniciado, en el plazo autorizado.
Este frenazo era un escenario posible desde que, en abril de 2024, la constructora Murias entró en concurso de acreedores y paralizó los trabajos. La imagen del solar abandonado, con vallas metálicas y aceras cortadas, se convirtió en un recordatorio de la polémica que acompañaba al proyecto desde el principio.
Los vecinos llevaban años pidiendo otra cosa: un espacio verde, abierto y “respirable” en pleno centro de Bilbao. Su presión y su presencia constante en el debate público han sido, según muchos observadores, una de las claves para que la balanza se inclinara hacia la denegación de la prórroga.
Además de frenar la obra, el Ayuntamiento ha ordenado al Obispado restituir la urbanización a su estado original en un máximo de tres meses. No es solo desmontar y limpiar: hay que reponer aceras, aparcamientos, pintados y sustituir el vallado metálico por un cierre más sólido y estético. En caso de incumplimiento, llegarán multas coercitivas y la ejecución de los trabajos por parte del propio Consistorio, a cargo del propietario.
El Obispado todavía puede recurrir la resolución, pero el mensaje político y administrativo es inequívoco: no habrá edificio en Barraincua 2. Lo que pase ahora con ese solar puede reabrir un viejo debate sobre el futuro del espacio, muy parecido al que se vivió en 2019 con el anterior proyecto en la zona.




