Urrea, Salaverría y Echevarría alertan en Bilbao sobre el impacto de la desinformación en las sociedades democráticas
El Aula Abierta de la Cadena SER reunió a tres expertos que coincidieron en que la amenaza ante noticias falsas exige respuestas regulatorias, educativas y sociales

El Aula Abierta de la Cadena SER, celebrado este jueves en Bilbao, puso sobre la mesa un debate urgente: cómo la desinformación erosiona la confianza ciudadana y amenaza la calidad democrática. En el encuentro participaron la profesora de Derecho Internacional Mariola Urrea, el catedrático de Periodismo de la Universidad de Navarra Ramón Salaverría y el presidente de la Fundación Comunicando Futuro-Alejandro Echevarría y consultor en comunicación digital Aletxu Echevarría.

Aula abierta: El impacto de la desinformación en las sociedades democráticas
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La desinformación como amenaza global
Mariola Urrea insistió en que la desinformación no es un simple error informativo, sino una estrategia calculada para debilitar las instituciones y polarizar a las sociedades. En su visión, estamos ante un fenómeno que afecta directamente a los valores democráticos y que debe abordarse como un riesgo político y social de primer nivel.
Redes sociales y responsabilidad de las tecnológicas
Por su parte, Ramón Salaverría recalcó que las grandes plataformas digitales son actores centrales en la difusión de bulos porque priorizan la viralidad y la rentabilidad económica frente a la veracidad. Defendió el papel de la regulación europea —como la Ley de Servicios Digitales (DSA)— como marco necesario para obligar a las compañías tecnológicas a asumir su cuota de responsabilidad.
Educación y alfabetización mediática
Aletxu Echevarría puso el acento en la alfabetización mediática y digital. Comparó la necesidad de cuidar nuestra “dieta informativa” con la importancia de cuidar lo que comemos: aprender a filtrar, contrastar y desconfiar de contenidos dudosos debe convertirse en una competencia ciudadana básica, tanto en escuelas como en el día a día de adultos y colectivos vulnerables.
El periodismo como parte de la solución
Los tres coincidieron en que, frente a la desinformación, el periodismo profesional debe reivindicar su función social. Esto implica reforzar la formación, garantizar la transparencia y recuperar la confianza del público mediante la calidad y la rendición de cuentas.
Una tarea colectiva
La sesión concluyó con un mensaje unánime: instituciones, medios, ciudadanía y empresas deben actuar conjuntamente contra la desinformación, porque no se trata solo de un desafío mediático, sino de un reto democrático que afecta al conjunto de la sociedad.




