Bilbao Basket: 25 años, 25 plantillas | Roger Grimau, un bilbaíno de Barcelona: "Cuando empecé mi carrera de entrenador, a una de mis jugadas le puse el nombre de Txipi"

Bilbao

Ahora que Bilbao Basket ha cumplido su primer cuarto de siglo, en SER Deportivos Bilbao estamos repasando, una a una, las 25 temporadas de los hombres de negro. Lo hacemos charlando cada semana con uno de los integrantes de la plantilla correspondiente. Esta semana es el turno de la temporada 2011/12 y nuestro protagonista es Roger Grimau, actualmente entrenador de baloncesto a la espera de "algún proyecto interesante".

Y es que su última experiencia en los banquillos, la que vivió la pasada temporada en el Dinamo de Bucarest, no fue precisamente positiva. Allí llegó con el objetivo de hacer crecer al equipo rumano, pero, al final del primero de los dos años que había firmado, llegó a un acuerdo con el club para poner punto final a su contrato con una sensación agridulce.

Tres años memorables

Pero su recuerdo de Bilbao es otro. "Hay que vivir Miribilla y el día a día en Bilbao, es difícil explicarlo. Fue una época muy bonita", reconoce nada más comenzar la conversación. Él formó parte de aquel Bilbao Basket que regaló a la afición de Miribilla una histórica temporada en la que se disputaron partidos de Euroliga, la máxima competición europea, por primera -y, por ahora, única- vez.

Y no fue una participación menor, sino que el equipo, entonces dirigido por Fotis Katsikaris, sorprendió a Europa derrotando a rivales de primer nivel y llegando al último escalón previo a la lucha por el título, el Top 8. En aquella eliminatoria, disputada en marzo, dio la batalla ante el todopoderoso CSKA de Moscú. Los rusos llegaron a Bilbao con un 2-0 en la serie a su favor. Daban el pase por seguro, tanto que solo reservaron una noche de hotel. Pero en aquel mes de marzo de 2012, los responsables del club moscovita cometieron un error, se confiaron.

Tanto que esa misma noche tuvieron que ampliar su estancia en la Villa después del 94-81 en el primer partido de la serie en Bilbao. Una derrota sorpresa para los rusos y el triunfo más importante hasta la fecha en el recorrido vital de los hombres de negro, culminado por un mate del entonces capitán de Bilbao Basket, Marko Banic. Unos días después, y tras otro partido memorable, el CSKA logró el pase a la 'final four' de Estambul y puso punto final a la aventura europea de los Mumbrú, Hervelle, Aaron Jackson, Grimau y compañía.

La jugada 'Txipi'

En aquel equipo, Grimau jugaba con el 44, como siempre hizo en su carrera. De niño empleaba el dorsal 4, pero "cuando fiché por el Barcelona era un dorsal retirado, así que aproveché y me puse los dos cuatros". Corría el año 2003 y así se inauguró una identificación que seguiría en su espalda durante el resto de su carrera: lo empleó en Bilbao entre 2011 y 2014, los tres años como hombre de negro, y también en su última etapa en Manresa.

En la Casilla jugó como visitante, en el BEC ganó una Copa del Rey como visitante -y contra los 76ers con Bilbao Basket-, pero no duda en quedarse con Miribilla: "Es donde yo he vivido, pero al BEC y a La Casilla, aun siendo un bilbaíno de Barcelona, les guardo mucho cariño y mucho respeto", declara. Y de Bilbao se llevó también grandes amigos, grandes recuerdos. Nos cuenta que, por ejemplo, cuando comenzó a entrenar, le puso el nombre de 'Txipi' a una de sus jugadas.

El balón decisivo, a Raül López

Como jugador, reconoce haber sido muy maniático, aunque de más a menos durante su carrera. "Al principio tenía muchas. Si iba bien un partido, jugaba el siguiente con la misma ropa: calcetines, calzoncillos, mallas, etc. También hacía la rueda [de calentamiento] siempre exactamente igual. Luego me fui dando cuenta de que esto último era, sobre todo, una forma de concentrarme", sostiene.

Por último, le preguntamos a quién le entregaría el balón si el partido estuviera a punto de acabar, quedaran solo unos segundos, y su equipo se jugara la victoria. A qué jugador, claro está, de los que tuvo a su lado en el vestuario de Miribilla. "Voy a decir Raül [López], aunque Álex [Mumbrú] también la metería", zanja con una sonrisa.