María Kala ´S: una década en el corazón de Donostia

En pleno centro de Donostia, en la calle Easo, se encuentra un comercio elegante y exclusivo que lleva una década ofreciendo regalos únicos y objetos llenos de encanto. Detrás del mostrador está María Cruzado, alma del proyecto y testigo directa de los retos que ha afrontado el pequeño comercio local en los últimos años.

"Han sido diez años, pero los siete últimos, entre obras y dificultades, han sido un poco de locos", cuenta María en Hoy por Hoy San Sebastián. Sin embargo, tras meses duros, la calle Easo ha vuelto a abrirse al paso con normalidad y la tienda ha recuperado la luz y el movimiento que la rodea. “Ahora ves gente, ves animación. Todo es muchísimo mejor”, celebra.

Aunque muchos piensan que el nombre de la tienda hace referencia a la famosa soprano, María Calas no tiene nada que ver con la música. "Calas es una flor que representa la belleza, la esperanza… y como yo me llamo María, decidí llamarla así", explica su fundadora. Una cala decora también el logo del comercio, reforzando la identidad delicada y estética que lo define.

La tienda es un paraíso para quienes buscan regalos especiales, piezas de porcelana, complementos para el hogar o detalles personales. Desde vajillas y tacitas tipo maxi hasta abanicos, bolsos o ambientadores, cada artículo está seleccionado "al dedillo" por María. “Aunque no compres, la idea es que entres y salgas contento, solo con ver lo que hay”, dice.

Las tacitas, bandejas y detalles para bodas están entre los más demandados. Pero sin duda, el producto estrella del último verano han sido los abanicos, que siguen vendiéndose incluso en septiembre y que María prevé mantener durante todo el año.

Comercio local frente al gigante digital

El comercio local, reconoce María, “está duro”. La competencia con grandes cadenas y la venta online han cambiado las reglas del juego. Aun así, ha sabido adaptarse: cuenta con una web bien cuidada y presencia activa en redes sociales, donde muchas clientas la descubren antes de visitar la tienda físicamente.

“La gente me ve en Instagram o en la web, y luego viene a la tienda. Y muchas veces, desde Madrid o incluso desde fuera de España, me escriben por WhatsApp para comprar lo que han visto”, explica.

Aunque el día a día depende de la clientela donostiarra, el turismo también juega un papel clave para este establecimiento: “Muchos turistas se han convertido ya en clientes habituales. Me visitan cada año, incluso si no compran, vienen a saludar”, dice con una sonrisa.

En un mundo donde prima lo rápido y lo impersonal, María Kala´s ofrece algo diferente: una experiencia cuidada, cercana y con gusto. La tienda es también un espacio de asesoramiento personalizado, donde muchos clientes confían en el criterio de María a la hora de elegir el regalo perfecto.

"Lo bonito y lo práctico, para usar todos los días", resume. Ese es el espíritu del establecimiento que sigue firme después de diez años, con la vista puesta en el futuro.