Expertos piden en Vitoria cambios en los hábitos y horarios para mejorar el sueño y la calidad de vida de niños y niñas

VITORIA-GASTEIZ

Antes el sol, la luz y las estaciones regían el ritmo de los y las habitantes del planeta. Ahora lo hacen las pantallas y la luz artificial que nos permiten estirar las jornadas más allá de lo que la luz natural se lo permitía a nuestras ancestras y ancestros. Esa desconexión de los ritmos naturales- los ritmos circadianos- tiene un impacto importante en nuestra salud. Gonzalo Pin, Coordinador del área de sueño de la Asociación Española de Pediatría, explica la complejidad del sistema biológico: "un ser humano tiene 30 billones de relojes en sus células y estos están orquestados por un reloj central de 20.000 células, protegido en el cerebro, que recibe sus órdenes principalmente de la luz y la temperatura ambientales".

Sin embargo, estamos engañando constantemente a este director de orquesta. Carlos Egea, Coordinadora de la Alianza del sueño, señala que "ya no es el planeta quien rige nuestros ritmos, ahora son las pantallas" y la luz artificial. Pin detalló cómo la luz blanca en las habitaciones simula la luz del mediodía, impidiendo dormir, o cómo los termostatos eliminan el contraste de temperatura esencial entre el día y la noche.

Esta desconexión provoca lo que los científicos denominan "cronodrupción". Eso quiere decir que ya no todos los relojes van en la misma hora, sino que cada reloj va a su ritmo y a cada hora diferente". Esto afecta la calidad de vida y el sueño, especialmente durante la infancia, que es "cuando se hace el cimiento de la salud del adulto".

Dormimos mal

1 de cada 3 niños y niñas duerme mal y un 15% toma algún tipo de fármaco para poder conciliar el sueño. Esta estadística es especialmente preocupante, ya que estos jóvenes son "los que nos van a mandar en un futuro", apunta Egea. La falta de sueño se relaciona directamente con "menos formación, peores notas, peores marcas, menos ejercicio" y con la inteligencia y la esperanza de vida.

El problema ha escalado hasta tal punto que cerca de "un 15% de los niños está tomando fármacos" para poder conciliar el sueño, recurriendo a menudo a medicación que usan los abuelos.

Para combatir este fenómeno, las sociedades científicas han elaborado un decálogo que busca acompasar los ritmos de los jóvenes a las pulsiones de vida y luz. La propuesta incluye organizar el horario escolar según el cronotipo de cada edad, establecer descansos frecuentes y adelantar las comidas (comer antes de las 14:30h) entre otras cuestiones. El decálogo va a ser presentado mañana en Vitoria en la jornada 'Sueño y Aprendizaje'

y objetivo final de este congreso es lograr un consenso ciudadano que obligue a los legisladores a actuar, buscando que estos puntos se traduzcan en una ley que favorezca la salud pública y la conciliación familiar. Carlos Egea insiste: "queremos ya que sea ley; España, que tiene las mejores unidades de sueño... tiene que dar un paso hacia delante".

Un encuentro de tren y una improvisación

El congreso en Vitoria no solo abordará la ciencia, sino que contará con un toque artístico inesperado. El compositor de bandas sonoras Joseba Beristain, ganador de un Premio Goya participará con una improvisación musical creativa.

Su participación se gestó en un viaje en tren. "Yo escuchaba la conversación que tenía Carlos ( Egea) por teléfono porque claro, en esas distancias es imposible no escuchar", explica el compositor, quien se sintió atraído por los temas de la conversación. Tras cuatro horas de charla, Egea le propuso actuar en el congreso.

Respecto a su propuesta musical, Beristain señala que la improvisación deberá ser coherente con el tema del sueño: "será una música lenta, agradable, que invite a la relajación, o sea, no haremos rock duro"

La jornada se lleva a cabo en el Palacio de Europa