¿Qué significa tener habilidades digitales?

Bilbao

Según el último Diagnóstico del uso de la IA presentado por el Centro Vasco de Inteligencia Artificial BAIC, Euskadi ha avanzado con decisión hacia la adopción de la tecnología. Nueve de cada diez personas aseguran conocer la Inteligencia Artificial, según los resultados del primer Observatorio Anual IAON, pero más del 60% reconoce tener un conocimiento bajo o nulo, frente al 55% que declara un conocimiento alto.

En el espacio AbIAn sobre educación digital, Rosa Pérez, directora de Gaptain, empresa que trabaja para proteger a los niños y las niñas y a los adolescentes de los riesgos derivados del ámbito digital, ha explicado que el nivel de competencia entre la ciudadanía está creciendo en los últimos años, aunque existen unos parámetros para establecerlo. Así, se miden 21 competencias distribuidas en 5 áreas.

Afirma que los marcos de referencia que más se usan para medir el nivel de competencia de las personas se encuentra DigComp. A nivel internacional, destaca el de UNESCO (Marco de Competencias de los Docentes en Materia de TIC) y el de ISTE (International Society for Technology in Education) que ponen el foco sobre todo en la educación.

También concreta que, para evaluar, hay diferentes herramientas, entre ellas: Ikanos, del Gobierno Vasco, Your Digital Skills, de Europass, y el Test de Competencias Digitales de Fundae. "El problema, advierte, está en que la mayoría de esas herramientas son de autodiagnóstico, es decir, formulan preguntan acerca de si conocemos o no determinado uso, pero no lo verifican".

Más de la mitad ha usado la IA

El 51% de la ciudadanía afirma hacer recurrido a la Inteligencia Artificial en alguna ocasión, aunque no todos se consideren conocedores de la tecnología. Según el Observatorio Anual IAON, el 20,2% de los encuestados la usan de forma esporádica, el 16% de forma diaria, y el 11,6% de manera semanal. El 68,2% de la ciudadanía cree que los beneficios de la IA se concentran en ciertos grupos, especialmente en quienes ya tienen poder económico, acceso a tecnología o formación especializada. Y solo un 9,2% piensa que el valor generado se reparte de forma equitativa.

Además, la ciudadanía identifica beneficios claros de la IA en ámbitos como la salud, la educación o la innovación, pero también muestra un alto grado de inquietud frente a los riesgos: la desinformación, la pérdida de la privacidad o la opacidad en el funcionamiento de los sistemas son las principales preocupaciones.