Cuando emanciparse es un lujo: alquileres imposibles y ayudas insuficientes

Bilbao

Comienza la quinta temporada del videopodcast Sí Soy, producido por Radio Bilbao y realizado por Kamanga Influencers Club, con un episodio que aborda uno de los temas más urgentes para la juventud: la emancipación. Euskadi lidera el ranking estatal en edad media de emancipación ya que se sitúa en más de 30 años. Los precios del alquiler y la compra de vivienda se disparan, mientras los salarios de los jóvenes apenas superan los 1.500 euros mensuales. Aunque existen ayudas públicas, muchas veces no son suficientes o ni siquiera accesibles.

Naiara Rodríguez, estudiante de Comunicación, vive en una habitación compartida en Deusto (Bilbao). Trabaja mientras estudia, pero reconoce que sin el apoyo económico de sus padres no podría vivir fuera. "Sin la ayuda de mis padres, no podría vivir fuera ni haber venido a estudiar a Bilbao", afirma. Helena Maquilón, ingeniera especializada en consultoría tecnológica, ha cambiado tres veces de piso en Bilbao y ahora busca vivir sola. "Me gustaría independizarme, pero sin las ayudas del Gobierno Vasco no me lo planteo", explica. Recibe alertas de portales inmobiliarios, pero los precios son desorbitados: "Una habitación en Santutxu (Bilbao) cuesta 420 euros. Un estudio no baja de 800".

Asier Sáez, recién graduado en Periodismo, celebra haber conseguido su primer trabajo, pero aún vive con sus padres. "Estoy buscando poco a poco una independencia económica estable", comenta. Por su parte, el integrador social e influencer, Inazio Nieva, vive en Leioa y se define como mileurista. "Si no fuera por mis padres, estaría buscando un puente para vivir", admite con ironía. Critica que el sistema esté diseñado para que solo se pueda independizar quien tiene pareja o ayuda familiar.

Todos coinciden en que el mercado de la vivienda genera ansiedad y frustración. Helena lo resume así: "Quiero un proyecto de vida y no puedo. Me lo planteo, pero no llega a nada". Naiara añade: "Los alquileres son una locura. Nos han subido 25 euros cada año, y eso se nota mucho". Asier reflexiona: "Yo no quiero ayudas, quiero que el sistema me proporcione las herramientas que merezco".

La conversación se torna más crítica cuando se analiza el papel de las instituciones. Inazio plantea que "no se puede tapar una herida con una tirita" y cuestiona si las ayudas públicas son suficientes. Helena y Naiara coinciden en que el problema no es la falta de ayudas, sino la falta de condiciones dignas para independizarse. "Yo no quiero tener que pedir una ayuda al Gobierno para el alquiler joven y otra del Gobierno Vasco para emanciparme. Quiero que el primer contrato que firme sea digno", reclama Asier.

También se habla del cambio de prioridades generacionales. "Antes se ahorraba para comprar una casa, ahora se vive el presente", comenta Helena. Naiara añade que "nos venden el consumo como estilo de vida, pero eso no significa que no queramos estabilidad". La falta de información sobre las ayudas también es un obstáculo. "Nadie nos explica nada. Es como un problema que vamos a pasar todos, pero nadie nos guía", concluye Inazio.

Adrián López Sarachaga explica que "un joven tendría que destinar el 64% de su salario para comprar una vivienda". El informe presentado por el Gobierno revela que este porcentaje es el doble de lo recomendado. "Esto dificulta claramente la emancipación", afirma. También señala que el alquiler puede ser incluso más caro que una hipoteca.

El Gobierno impulsa avales y ayudas, pero "no son suficientes"

Ante la dificultad de acceso a la vivienda, el Gobierno Vasco ha lanzado una línea de avales para jóvenes. "El 90% de la juventud quiere comprar vivienda, pero no puede. Por eso impulsamos medidas como los avales", señala el director de Juventud, Adrián López Sarachaga. Reconoce que "las políticas públicas nunca son suficientes" y que deben adaptarse a las nuevas necesidades. "La sociedad avanza más rápido que las políticas públicas", admite.

El responsable del Gobierno Vasco apuesta por aumentar el parque público de vivienda y por fomentar la solidaridad entre generaciones. "Tenemos que equilibrar la balanza y apostar por las personas jóvenes, porque somos tanto el presente como el futuro", concluye. También menciona que hay más de 43.000 viviendas vacías en Euskadi, y que se trabaja para facilitar el acceso a ellas.