Roban una gran campana de bronce del Santuario de Oro

Vitoria-Gasteiz

El pasado martes, un miembro de la junta rectora de Nuestra Señora de Oro subió al Santuario y, como cada día, puso en funcionamiento la campana. El sistema está automatizado, de manera que solo hay que darle a un botón. La sorpresa del hombre llegó cuando no se oyó nada: al salir del templo, vio que habían robado la campana.

"Encarni, ¡que han robado la campana!", relata la presidenta de la junta rectora, Encarni Urquiza. "Me llamó todo asustado y nerviosísimo". En ese momento, ambos volvieron al Santuario, y comprobaron que una verja estaba forzada.

"Esto no es cuestión ni de cinco minutos ni de una hora", denuncia Urquiza. "Lo tenían bien estudiado". Una vez soltada la campana del yugo, la han "tenido que bajar del campanario con una grúa o una polea": el peso que tiene habría abierto un boquete si la hubieran lanzado. Para poder transportarla, añade, "ha tenido que ser con una grúa", insiste. "Si no, es imposible".

Encarni puso una denuncia ante la Ertzaintza el mismo día. "Me puse en contacto con la Ertzaintza, y pensaba que vendrían, pero me dijeron que tenía que ir a Vitoria a presentar la denuncia", se queja. "Tendrían que venir y ver qué ha pasado".

El suceso ha dejado a la junta rectora con "cara de bobos". Tocar las campanas, para la gente de Zuia, "es muy tradicional", cuenta Encarni. "'Mira, ya hay alguien en Oro', solemos decir".

El Santuario de Oro contaba hasta ahora con dos campanas. Ahora, desconfían de que roben también la otra, de mayor tamaño: "¿Y si dentro de unos meses vienen y se lleven la otra? Algo tendremos que hacer para que salte si intentar hacer cualquier cosa. Ya no nos podemos fiar".

Un robo que llega "un par de años o tres" después de un robo similar en la zona: en la ermita de Jugatxi, explica Urquiza, "se llevaron también la campana, aunque es más pequeña".