El Athletic lleva ilusión al Hospital de Cruces con un partidillo de fútbol para niños hospitalizados
Jugadores y jugadoras de los primeros equipos del Athletic Club convierten la planta de Pediatría en un pequeño estadio de ilusión dentro de la iniciativa “Fútbol pasillo” de la Fundación
No hay trofeo más valioso que una sonrisa. Y este miércoles, la Fundación Athletic Club, de la mano de Osakidetza, volvió a demostrarlo en el Hospital de Cruces con una nueva edición de “Fútbol pasillo”, una iniciativa que convierte un día de hospital en un recuerdo luminoso para los niñas y niños ingresados en Pediatría.
Dentro del proyecto Pediatría de Comunidad, el Athletic llevó su fuerza más poderosa —la humana— para aliviar la convalecencia de quienes más necesitan compañía, juego y esperanza.
Un gimnasio convertido en campo de sueños
La idea es simple, pero su efecto es profundo: transformar un espacio común del hospital, en este caso el antiguo gimnasio de rehabilitación infantil, en un mini estadio con dos porterías y un balón de trapo. Allí donde normalmente hay silencio, preocupación y rutinas médicas, por unos minutos reinó el ruido alegre del juego, los gritos de gol y la energía contagiosa de los más pequeños.
Sancet, Serrano, Jauregizar, Oguiza y Nanclares: un once de cariño, no de competición
Los elegidos para esta edición fueron Mikel Jauregizar, Oihan Sancet, Nico Serrano, Irene Oguiza y Adriana Nanclares, miembros de los primeros equipos masculino y femenino. Con ellos, los niños y niñas hospitalizados jugaron una pachanga que no buscaba vencedores, sino momentos felices.
Las jugadas, los goles y las paradas —todas con un balón blando pensado para ese espacio— se vivieron como algo grande: pequeños gestos capaces de llenar un día difícil de luz.
Tras el partido, los leones y leonas visitaron también la planta de escolares y la unidad de oncología infantil, regalando conversación, cercanía y una presencia que rompe rutinas y levanta ánimos.
Junto a ellos estuvieron Johana Ruiz-Olabuenaga, responsable del Área Social del Club, y Galder Reguera, director de Estrategia de Fundazioa, reforzando la dimensión social que sustenta este proyecto.
El Athletic que late fuera del campo: fútbol para acompañar, para cuidar
“Fútbol pasillo” forma parte de la colaboración entre la Fundación Athletic Club y Osakidetza, una alianza que demuestra que el fútbol también puede ser medicina cuando se pone al servicio de la comunidad.
El Athletic, con su enorme capacidad emocional y su arraigo en la sociedad vasca, utiliza su influencia para generar bienestar social, apoyo emocional y comunidad allí donde más falta hace.
Porque a veces un pase, un abrazo o una foto con un ídolo vale más que cien palabras. Porque a veces el fútbol no solo se juega… también sana.
