El Gobierno declara ilegales y nulas las condenas a muerte de Txiki y Otaegi 50 años después de su fusilamiento
Las familias de los dos últimos ejecutados por el franquismo reciben el reconocimiento institucional como víctimas de persecución política e ideológica

El Gobierno declara ilegales y nulas las condenas a muerte de Txiki y Otaegi 50 años después de su fusilamiento
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El Gobierno español ha declarado “ilegales, ilegítimos y radicalmente nulos” los consejos de guerra que condenaron a muerte en 1975 a los militantes de ETA político-militar Juan Paredes Manot, ‘Txiki’, y Ángel Otaegi, los dos últimos ejecutados por el régimen franquista apenas semanas antes de la muerte de Francisco Franco.
La decisión llega tras la solicitud formal presentada por las familias el pasado 14 de enero, al amparo de la Ley de Memoria Democrática, y supone el reconocimiento oficial de que ambos jóvenes fueron víctimas de persecución política e ideológica, juzgados en procesos sin garantías y ejecutados en un clima de represión generalizada.
El abogado y catedrático de Derecho Internacional Privado Juanjo Álvarez, representante legal de ambas familias, ha confirmado la resolución favorable fechada el 25 de noviembre, que ya ha sido comunicada a los allegados de ambos fusilados.
El Gobierno reconoce vulneración de derechos fundamentales
En sus resoluciones, el Ministerio de Memoria Democrática afirma que tanto Txiki como Otaegi sufrieron “vulneración de las más elementales exigencias de un juicio justo”, incluyendo intimidación, indefensión y ausencia de garantías procesales, elementos que ya habían sido puestos en duda por historiadores, juristas y organismos de derechos humanos.
El dictamen subraya que los consejos de guerra celebrados bajo el franquismo carecen de validez jurídica y que las sentencias de muerte dictadas contra ambos jóvenes fueron “ilegítimas y nulas por vicios de forma y de fondo”, en línea con lo dispuesto en los artículos 4, 5 y 6 de la Ley de Memoria Democrática, que anula todas las condenas dictadas por razones políticas, ideológicas o de conciencia durante la dictadura.
Un caso emblemático en la memoria histórica vasca
Los fusilamientos de Txiki (22 años, ejecutado en Barcelona el 27 de septiembre de 1975) y Otaegi (24 años, ejecutado en Burgos el mismo día) fueron ampliamente cuestionados incluso en su momento. Las últimas investigaciones históricas han señalado que los juicios se celebraron en apenas unas horas, con defensa limitada y en un clima de presión política derivado de atentados recientes y del intento del régimen franquista por reafirmar su autoridad en sus últimos meses de vida.
Tanto las familias como asociaciones memorialistas llevaban décadas reclamando la nulidad plena de esos procesos. La decisión ahora adoptada supone, para los allegados, una reparación “largamente esperada” y la recuperación oficial de la dignidad personal de ambos.
Agradecimiento de las familias y apoyo institucional
Los familiares de Txiki y Otaegi han expresado sentirse “reconfortados” por la resolución y han agradecido la labor de todas las instituciones implicadas: desde la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, hasta el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que ha avalado los argumentos jurídicos presentados.
También han reconocido el respaldo previo del Gobierno Vasco, que ya les había otorgado la condición de víctimas a través de la Dirección de Derechos Humanos del Departamento de Justicia.
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