Tras el adiós al Guggenheim Urdaibai, ¿y ahora qué? La comarca redefine su futuro con un plan estratégico hasta 2030
El patronato del museo archiva definitivamente la ampliación en la reserva de la biosfera y obliga a reorientar el modelo de desarrollo de Busturialdea-Urdaibai

Tras el adiós al Guggenheim Urdaibai, ¿y ahora qué? La comarca redefine su futuro con un plan estratégico hasta 2030
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El patronato del Museo Guggenheim Bilbao ha confirmado lo que ya parecía inevitable: el proyecto para construir una nueva sede del museo en la Reserva de Urdaibai queda descartado y archivado después de casi dos décadas de debate. Lo que nació en 2008 como una ambiciosa operación cultural y territorial se cierra ahora por la falta de consenso social, las dudas jurídicas y un rechazo ciudadano creciente.
La pregunta que emerge tras este carpetazo es inmediata: ¿qué pasa ahora con el futuro de Busturialdea-Urdaibai?
La respuesta no parte de cero. Desde hace meses, instituciones, agentes locales y ciudadanía trabajan en un Plan Estratégico Comarcal que marca el rumbo para los próximos años y que propone un modelo de desarrollo alejado de grandes infraestructuras, más centrado en las necesidades reales del territorio.
Un nuevo modelo tras el fin del museo
El nuevo plan estratégico plantea un giro profundo. Frente a la idea de un equipamiento cultural de gran escala, propone un conjunto de proyectos tractores realistas, sostenibles y alineados con la protección de la Reserva de la Biosfera, con horizonte hasta 2030.El documento identifica prioridades claras: movilidad, vivienda, empleo, protección ambiental, cohesión social y refuerzo de la actividad económica comarcal.
La elaboración del plan se ha apoyado en un amplio proceso de participación ciudadana que ha movilizado a cientos de personas y ha permitido recoger propuestas, preocupaciones y prioridades de vecinos, entidades locales y agentes socioeconómicos.
Las prioridades marcadas por la ciudadanía
La participación social ha sido determinante y muestra un patrón claro: las necesidades básicas del día a día importan más que cualquier macroproyecto.
Entre las prioridades más repetidas se encuentran:
- Mejorar la movilidad, la frecuencia del transporte público y los accesos viarios.
- Combatir la escasez de vivienda asequible.
- Reforzar los servicios sociales, sanitarios y educativos.
- Proteger el entorno natural y promover un turismo sostenible.
- Impulsar empleo de calidad y formación profesional vinculada al tejido productivo.
- Avanzar en infraestructuras clave como el agua, el saneamiento y la conectividad interna.
El territorio no rechaza el progreso: pide que llegue de forma coherente, equilibrada y sin comprometer su mayor valor, el paisaje natural y patrimonial de Urdaibai.
Cinco ejes y 17 proyectos tractores para transformar la comarca
El plan estratégico identifica 17 grandes proyectos, agrupados en cinco ámbitos que marcarán el desarrollo de Busturialdea-Urdaibai en los próximos años:
1. Agua
Actuaciones para mejorar la gestión del saneamiento y garantizar el suministro.
2. Movilidad y conectividad
Mejoras en accesos viarios como Sollube y Autzagane, impulso del transporte público, intermodalidad ferroviaria y creación de nuevos bidegorris.
3. Vivienda y cohesión social
Regeneración de barrios vulnerables, promoción de vivienda pública y nuevos servicios educativos y sanitarios.
4. Actividad económica y formación
Refuerzo de la Formación Profesional, un polígono industrial comarcal en Muxika, modernización del puerto de Bermeo y apoyo a sectores innovadores y sostenibles.
5. Activos naturales y culturales
Restauración ambiental, protección del humedal, puesta en valor del patrimonio histórico y fortalecimiento del sector agrario y pesquero.
Todos los proyectos comparten un denominador común: son compatibles con la conservación estricta de la Reserva de la Biosfera, un punto de fricción que el proyecto Guggenheim no logró sortear.
Un territorio que quiere decidir su propio futuro
La caída del proyecto Guggenheim no deja un vacío; abre una puerta a repensar la comarca desde dentro, con una visión más realista y centrada en las necesidades del territorio.Lo que el debate ha dejado claro es que Busturialdea-Urdaibai quiere decidir qué modelo de desarrollo quiere, y que ese modelo pasa por servicios públicos sólidos, movilidad digna, oportunidades laborales, vivienda asequible y un equilibrio entre actividad económica y conservación ambiental.
Las instituciones deberán ahora activar y priorizar los proyectos del plan estratégico, mientras la ciudadanía —que ha hablado alto y claro durante todo el proceso— vigilará que el futuro se construya sin perder el alma de Urdaibai: un ecosistema único y protegido que ya no estará condicionado por un macroproyecto cultural.




