Santo Tomás pasado por agua

Bilbao ha vuelto a demostrar que ni el paraguas ni el cielo gris pueden con una de sus citas más queridas. Santo Tomás ha celebrado este 21 de diciembre su 76ª edición en el Arenal, pasada por agua pero repleta de ambiente, tradición y compromiso social y ambiental.

En total, 243 casetas —166 de venta directa— han reunido a 117 baserritarras, convirtiendo de nuevo el centro de Bilbao en un gran escaparate del primer sector. Desde primera hora de la mañana, a las 9:00, la ciudadanía ha podido encontrar productos repartidos en diez categorías: hortalizas, quesos, pan, miel, carne, sidra o repostería tradicional, además de 12 txosnas que han mantenido el ambiente festivo pese a las previsiones meteorológicas.

“Santo Tomás es una fecha señalada para los productores”, ha reconocido una de las reposteras participantes, especializado en pastel vasco. “El tradicional, el de crema, es el que más se vende, el de toda la vida. Es una de las ferias más fuertes del año y los días previos se trabaja mucho para llegar con género suficiente. Aquí se vende a gusto”, ha explicado, subrayando el peso que tiene esta jornada como escaparate y motor de ventas.

Compras madrugadoras para esquivar la lluvia

Entre el público, muchos han optado por adelantar sus compras para evitar tanto la lluvia como las aglomeraciones. “Hemos aprovechado porque no llovía todavía y porque es domingo. Ya hemos cogido rosquillas, algo de pan y quizá algo de fruta”, ha comentado una de las asistentes, que no descartaba completar la visita con chocolate con churros y, si el cuerpo lo pedía, algún talo.

4.500 indabas solidarias y cero desperdicio

Uno de los ejes centrales del mercado ha vuelto a ser la solidaridad. BISUBI Fundazioa ha coordinado la elaboración de 4.500 raciones de alubias de Gernika en putxera tradicional, vendidas a 4 euros para consumir en el momento o a 8 euros para llevar. La recaudación se destinará íntegramente a cuatro entidades sociales de Bizkaia: Lagun Artean, Asociación Gregorio Ybarra, Galdakaoko Boluntarioen Gizarte Elkartea y Naizen. Además, el excedente se envasará y donará para evitar el desperdicio alimentario.

Una feria con sello verde

Santo Tomás ha renovado también su certificado Erronka Garbia, reforzando las medidas de sostenibilidad: uso obligatorio de vasos reutilizables y bolsas biodegradables, contenedores de reciclaje reforzados, presencia de la Ekokuadrilla para sensibilizar y recomendación expresa del transporte público.

Como novedad, BBK Klima ha puesto en marcha una acción pionera de reciclaje participativo con el objetivo de recoger 5.000 botellas de vidrio. Las personas participantes han podido optar al sorteo inmediato de 250 mochilas, algunas de ellas con premios especiales como bonos para BBK Live o vales para BBK Azoka.

Reconocimiento al producto local

BBK ha mantenido su tradicional apoyo al primer sector con premios al mejor producto local —frutas, hortalizas, queso, miel, pan o txakoli—, además de reconocimientos a la trayectoria, el relevo generacional y el mejor puesto de la azoka. La entrega oficial de galardones tendrá lugar el próximo 21 de enero en la Sala BBK.

Entre los productores, el balance ha sido positivo incluso para quienes aún acumulan poca experiencia. “Es nuestro segundo año vendiendo miel aquí. El año pasado ganamos el concurso y por referencias sabemos que es un mercado donde se vende mucho. Aunque el tiempo no ayude, merece la pena”, ha comentado desde uno de los puestos.