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Opinión

Envuelto por la magia, el cariño y la luz del Voleibol Arroyo

El colíder de la Superliga femenina-2 de voleibol es una maravillosa familia que triunfa por su unión, cercanía y honestidad

Las jugadoras del Extremadura Arroyo celebran la victoria ante el Cuesta Piedra de Tenerife. / Nina Bañegil

Arroyo de la Luz

Ver al Extremadura Arroyo un sábado por la tarde es como ir a una boda de las que realmente te apetece asistir. Y es que todas aquellas personas más conocidas o menos desconocidas, sientes que son de tu familia, amigas de siempre, durante al menos un par de horas. Desde que cruzas la puerta del pabellón de Arroyo de la Luz hasta que te marchas del pueblo, el Voleibol Arroyo te envuelve en una magia que recuerda a cualquier tiempo pasado que fue mejor.

El primer familiar con el que te cruzas se llama Pablo Pajares. Lleva un chándal del club, toda la vida en la entidad y está sentado en un pupitre escolar, con un taco de entradas de color verde. Dos, por favor. Apenas has dado dos pasos cuando aparece María Carrero, símbolo del equipo que ahora trabaja en la cantera. A unos metros viene a saludarnos Bea Gómez, histórica jugadora y su padre Adolfo Gómez, leyenda en las canchas y los banquillos, perfecto anfitrión y actual segundo entrenador y presidente. Y junto a ellos, el abuelo de Bea, Adolfo Gómez Peñasco "Tate", mítico futbolista del CP Cacereño en los años 50 y 60, componente de los siete magníficos de un accidentado partido ante el Badajoz que empezó el primer día del mes de marzo y acabó el 12. Cumplirá 90 años el día 5 de noviembre. Pasea por el pabellón hasta que empiece la contienda. Le ha traído un "tatino", su hijo Jesús Gómez, ahora en la mesa con el estamento arbitral.

Ocupamos asiento y vemos en la pista a la reina de la fiesta. La entrenadora brasileña Flavia Lima dirige el calentamiento. Cada pase a sus jugadoras no es un golpeo, es una caricia al balón. La estrella de las canchas cambió la camiseta por el polo y ahora se ubica a un centímetro de la línea de juego, del 18 por 9. La entrenadora responde con una sonrisa a cada aficionado que le desea suerte, no pasa nada, no pierde la concentración. Ofrece una naturalidad, cercanía y simpatía arrolladora.

Cerca de Flavia, la otra entrenadora asistente, María Molano. Y al fondo, la gran Judith Pérez, directora técnica y estadística del primer equipo, que viene de unos meses maravillosos como delegada de la selección española masculina.

El Extremadura Arroyo suma tres victorias en tres partidos.

El Extremadura Arroyo suma tres victorias en tres partidos. / Nina Bañegil

Tras la presentación de los equipos, a cargo del histórico ex jugador del Licenciados Reunidos, Juan Carlos Vera, jefe de prensa del club, comienza el partido ante el Cuesta Piedra de Tenerife. Es puro espectáculo. Nivel de elite. Calidad, calidad y más calidad en el equipo capitaneado por Isa Espino, unida a lo que ya se presupone en un deportista: carácter, garra, ilusión, compromiso, esfuerzo, generosidad, honestidad... La punta argentina Juliana Ocaña, fichada esta temporada, logra por tercera jornada consecutiva ser la máxima anotadora junto a la británica Janine Sandell, la argentina Balbi Ulla que brilla en el bloqueo, el partidazo de la líbero arroyana Julia Cabeza...

Al final, tres sets a cero y colíderes de la Superliga femenina 2 de voleibol, con unos instantes de juego para la joven canterana de 15 años, Ángela Peña. Tiene una proyección inmensa como sus compañeras Ana Lucas, Nerea Jiménez -hija de dos personas encantadoras y trabajadores incansables como Teo y Nina-, Desi Castaño, Lucía Shuang Moreno, Sara Molano y Marta Holgado. Ellas son el presente y el futuro y su trabajo es fundamental en el crecimiento del equipo.

"Desde que cruzas la puerta del pabellón de Arroyo de la Luz hasta que te marchas del pueblo, el Voleibol Arroyo te envuelve en una magia que recuerda a cualquier tiempo pasado que fue mejor"

Las jugadoras actuales, cuyas imágenes plasma a la perfección Nina Bañegil, son las sucesoras de las míticas Princesas de Arroyo capitaneadas por Yohana Rodríguez que ascendieron al equipo por dos veces al cielo del voleibol femenino español y jugaron cuatro temporadas en la Superliga. Algunas de las leyendas acaban de ser madres y disfrutan de la magia desde la grada, con una afición que no para de animar con sus bombos y sus aplausos.

Acaba el partido, pero no la celebración. Las propias jugadoras retiran los carteles de publicidad y trasladan a algunas niñas y niños desde la grada a la pista, para que ahora puedan disfrutar ellos. La cancha se convierte en un inmenso partido improvisado de todas las edades con balones volando a un lado y otro mientras las integrantes de la gran familia hablan con los espectadores. Me emociona el cariño con el que nos reciben dos símbolos del equipo actual como las arroyanas Isa Espino y Julia Cabeza. Adolfo Gómez "Tate" nos presenta a los fichajes: las argentinas Juliana y Balbi, la canaria Javiera Plasencia y la extremeña Raquel del Álamo, a la que ya conozco de su etapa en Badajoz. En los cuatro casos tengo que mirar hacia arriba, porque ellas son enormes en todos los sentidos y están más cerca de las estrellas.

La jugadora del Extremadura Arroyo, Julia Cabeza, defiende un balón con Juliana Ocaña, Raquel del Álamo, Javiera Plasencia e Isa Espino, atentas.

La jugadora del Extremadura Arroyo, Julia Cabeza, defiende un balón con Juliana Ocaña, Raquel del Álamo, Javiera Plasencia e Isa Espino, atentas. / Nina Bañegil

Y el broche de oro lo pone Flavia Lima, a la que por fin conozco después de muchas entrevistas telefónicas. Después de seis magníficas temporadas como jugadora del Extremadura Arroyo en las que ascendió al equipo a la máxima categoría, se dejó el corazón en Arroyo de la Luz y lo recuperó hace tres campañas fichando como jugadora-entrenadora. Seguro que algún día hará el doblete de subir desde el banquillo, porque el deporte es cruel pero a veces premia a las personas que lo dan todo con honradez y trabajo.

¿Que si el voleibol engancha? Que se lo pregunten a mi hijo Lucas, de seis años, que ha estado todo el domingo practicando saque y recepción con una pelota que le regaló Tate, y ya me está pidiendo que le busque equipo...Es la magia del Voleibol Arroyo que llega primero a los que más saben, los más pequeños.