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Sociedad | Actualidad

Fallece Jacques Delors, primer premio europeo Carlos V

Jacques Delors recoge el Premio Europeo Carlos V de manos del Rey Juan Carlos / Cedida

Plasencia

Jacques Delors ha fallecido a los 98 años de edad el miércoles 27 de diciembre de 2023. En 1995 fue el primero en recibir el ‘Premio Europeo Carlos V’, y que otorgaba la recién creada Fundación Academia Europea de Yuste (hoy Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste) y una de las curiosidades de esa entrega fue que se celebro el día 6 de junio en un acto presidido por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I en el Real Monasterio de Yuste. Posteriormente, en las siguientes ediciones del premio se ha hecho coincidir, siempre que ha sido posible, la entrega de este galardón con el día de Europa, el 9 de mayo.

Delors inauguró un galardón que posteriormente han recibido los principales artífices de la construcción europea como António Guterres en su última edición, pero también organizaciones como el Foro Europeo de la Discapacidad o los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa. Entre las figuras políticas: Angela Merkel , Antonio Tajani, Marcelino Oreja Aguirre, Sofia Corradi, José Manuel Durão Barroso, Javier Solana Madariaga, Simone Veil, Helmut Kohl, Jorge Sampaio, Mikhail Gorbachev, Felipe González o Wilfried Martens.

El primer jurado del premio, presidido por Marcelino Oreja Aguirre, que posteriormente fue premio Carlos V, otorgó el premio a Jacques Delors «teniendo en cuenta su espíritu abierto, tolerante y partidario de un modelo europeo de sociedad basado en la defensa de los valores de la democracia y los derechos humanos».

Discurso a favor de más Europa

Durante esa primera entrega del Premio Europeo Carlos V, Jacques Delors destacó no sólo la creación del premio, sino también de la Academia Europea de Yuste "La Academia, bajo la dirección clarividente de José Antonio Jáuregui, se consagra al impulso de todo aquello que afecta más profundamente al alma de los pueblos: la reflexión, la investigación y la creación cultural y artística. Estoy seguro de que esta Academia, de reciente creación, se convertirá en uno de esos puntos de encuentro del intercambio y del pensamiento que tan vitalmente necesita Europa.", así empezaba su discurso.

A lo largo del mismo referencias a Carlos V y a su reinado, a la idea de una Europa unida, muchas referencias a Jean Monet o a Salvador de Madariaga como cuando destacó: "Quedémonos con lo que dijo Salvador de Madariaga: "Carlos V es al mismo tiempo el último de los herederos de Carlomagno y el precursor de los federalistas de la Europa de la época moderna". Ciertamente, para reinar sobre un conjunto tan variado y extenso de territorios y asegurar un mínimo orden era necesario practicar lo que llamaríamos en nuestros días el "principio de subsidiaridad"; pero era también muy importante buscar esta unidad a través de las obras del espíritu.

Una ilustración, entre otras, de esta preocupación de Carlos V: aceptando, como el gran mecenas que fue, la superioridad intelectual de los genios, no dudaba en agacharse para recoger del suelo un pincel de Tiziano. Más allá de lo anecdótico, la lección de la Historia está ahí para recordar que no sólo de pan vive el hombre."

Además el mandatario francés manifestaba su admiración por la figura de Madariaga y le hacía padre inspirador de la Academia Europea de Yuste que echaba a andar en ese año 1995 "Salvador de Madariaga, por su parte, dedujo que era necesario resaltar la personalidad europea, ilustrarla, reforzarla, hacerla brillar (camino no opuesto al de Jean Monnet, sino complementario y también completamente vital).

Él inspira, lo sé, el trabajo emprendido por la Academia Europea de Yuste. Nos invita a recuperar la confianza en nosotros mismos, dentro de la fidelidad a lo mejor que Europa ha producido a través de las vicisitudes de

la historia humana. Escuchemos y meditemos sobre su enseñanza: ¿qué nos dice sobre la personalidad europea? "Probablemente, la causa de esa intuición que tenemos acerca de la unidad de los europeos es la feliz combinación de las dos facultades más diferenciadas en el hombre, el espíritu y la voluntad."

Culminaba Delors con dos preguntas abiertas sobre el futuro de la Unión "¿Somos lo bastante conscientes de lo que es la personalidad europea como para tener la fuerza e inspiración necesarias para darle vida? ¿Somos lo bastante humildes al mismo tiempo para dialogar con el mundo entero y, de este modo, mantener fielmente la vocación universal de Europa?" De la respuesta a esas dos preguntas dependerá el juicio de la historia para esa generación de forjadores de Europa, pero tenía claro Delors que además de económica la unión tenía que ser cultural y espiritual "Sólo saldremos adelante con las obras del espíritu y el impulso moral que han guiado siempre a los mensajeros y artesanos de la paz, de la libertad y de la solidaridad."