Los mascarones llegan a Arroyomolinos de la Vera
Se trata de una de las fiestas más curiosas de la zona. Desde la localidad se pretende que poco a poco se le dé mucha más visibilidad. La festividad está incluida en varios libros hablan de mascaradas por toda España.
Plasencia
La curiosidad de descubrir cómo se celebran los carnavales en el norte de Extremadura nos lleva a Arroyomolinos de la Vera, donde puedes encontrarte en cualquier momento con unas misteriosas figuras que recorren las calles de la localidad por la festividad del Carnaval. Son los Mascarones, unas personas ataviadas con unas telas de sacos, sobreros de paja y la cara cubierta con una sábana de color blanco. Una festividad que no se sabe su origen, pero que los más viejos del lugar recuerdan que se la contaban sus abuelos.
Detrás de la máscara
Lorenzo Íñigo es mascarón y nos explicó en Hoy Por Hoy en qué consiste esta fiesta. “Los mozos del pueblo se vestían con ropas viejas, se tapaban la cara y se ponían un cinturón de campanillo. Iban por las casas del pueblo gastando bromas, como por ejemplo apagar las chimeneas, tiraban sal en el fuego, te robaban el puchero... unas más pesadas que otras”
De unos años hacia nuestros días, se ha intentado realizar eventos para atraer al visitante, pero siempre se ha intentado mantener la existencia de los mascarones. Solo se vio interrumpida en tiempos de la dictadura para evitar posibles ajustes de cuentas que pudiera haber en el pueblo, aunque nunca dejaron de vestirse. “Hay anécdotas muy divertidas. Desde la plaza de la Atalaya siempre había mucha gente, y desde esa posición se ve la localidad vecina de Tejeda del Tiétar y todo el camino que sube hasta Arroyomolinos. En los años 40, si la Guardia Civil venía, tendría que hacerlo andando por ese camino. Los mascarones estaban por el pueblo estuvieran prohibidos o no, y cuando veían subir a la Guardia Civil, eran los niños los que se encargaban de avisar a todos los mascarones que se escondieran. A algún que otro mascarón les tocó dormir en calabozo”.
La tradición de los mascarones iba siempre unida a las bromas, y hoy en día la manera de celebrarlo ha cambiado mucho, pero se ha tratado de mantener su esencia de que los mascarones tienen que seguir ocultando su identidad.
Una fiesta de todos
“Es una fiesta completamente libre. Desde el viernes de carnaval hasta el miércoles de ceniza esto es una fiesta libre. Cada uno se pone los trajes que quieres, los campanillos que quiere, los mascarones salen en solitario, en grupo... Tradicionalmente se ha puesto una capa de altillera para tapar los campanillos, que antiguamente se distinguía quien era quien ya solo por el sonido que tuviese”
Año tras año, Arroyomolinos de la Vera y su gente se esfuerza para que esta fiesta tenga cada vez más popularidad. Para ello se lleva celebrando una especie de ritual de iniciación. Lorenzo nos cuenta: “se apagan todas las luces del pueblo, quedando completamente a oscuras. A eso de las nueve de la noche, un grupo de mascarones de 30-40 personas salen con unas antorchas recorriendo las calles con el traje de mascarón. Durante el ritual se piden ofrendas por las casas como chorizos, vino...”.
Esta fiesta está incluido en el libro “Mascaradas de la Península” de Oscar Julián Gónzalez en donde se plasma hasta 321 tradiciones, sobre todo del norte, y se adentra en estas tradiciones. Un pasito más para poner en conocimiento la fiesta de los Mascarones.
Entrevista con Lorenzo Íñigo, mascarón en Arroyomolinos de la Vera
14:54
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