Todo preparado para la reapertura de la Iglesia de San Martín de Plasencia

Plasencia

A falta de detalles y aun sin fecha oficial de reapertura al público, la Iglesia de San Martín ya mira a lo que será el primer día de una nueva vida. Hasta la ciudad de Plasencia se trasladó Victoria Bazaga en calidad de consejera de Cultura en una visita al recinto religioso. En representación local, ha acudido al acto el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, la concejala de turismo, Belinda Martín y el obispo de la diócesis de Plasencia, Monseñor Brotóns Tena. En declaraciones a los medios, Victoria Bazaga ha declarado que se está "en la recta final, no se pueden dar unas fechas muy concretas, porque son trabajos muy delicados y pueden retrasarse un poquito y tardar más o menos de lo que teníamos previsto, pero anunciaremos el momento en que esté. Los trabajos, como decía antes, han sido muy delicados, muy importantes".

Por parte de la diócesis de Plasencia, tomó la palabra Don Ernesto Brotóns destacando palabras de agradecimiento "a la señora consejera su visita hoy aquí y a tanta gente implicada en sacar adelante esta restauración tan importante para los placentinos. Ha sido un trabajo coral en el que ha intervenido desde el Ayuntamiento, la Junta, la Diputación, la diócesis y luego mucha gente trabajando a la que hay que agradecer, sobre todo, su buen hacer".

Una tarea de casi 4 años

Una puerta completamente nueva junto con un guardavientos de cristal totalmente renovado e integrado con el resto del edificio, además de la renovación completa del techo y del retablo mayor han sido alguno de los cambios que se han realizado en esta tarea. Lo ha explicado Juan Antonio Vera, jefe de servicio de obra y proyecto: "todos los paramentos fueron afectados tanto por el humo como el fuego y el suelo también. La nave izquierda, la nave norte, en la cubierta, fue la más afectada. Se descubrió que en los años 60, en la restauración de la Iglesia, se había sustituido la cubierta original por un forjado de viga de hormigón pretensada y el techo que se veía de madera era como un falso techo de madera. Se sustituyó toda la cubierta de madera, tanto en vigas como en entrevigados de tabla." Unas vigas de madera de pino serrado procedente de las provincias de León y Burgos.

Los otros dos laterales, el de San Blas, que era más preservado, y el de la Virgen del Pajarito, un retablo barroco muy dañado y muy afectado por las termitas, ha tenido muchísima intervención. Tanto el de San Blas como el de la Virgen del Pajarito están fuera del convenio y han sido restaurados por la Junta de Extremadura y el del Pajarito con la colaboración de la Diócesis.