La diócesis de Plasencia ha tenido que desmentir que la bendición de una pareja del mismo sexo el pasado fin de semana en Miajadas, en la parroquia de Belén, fuera una boda. En un comunicado la diócesis destaca que en virtud de la declaración Fiducia supplicans lo ocurrido el fin de semana en Miajadas "en ningún momento se trató de una boda, ni hubo intención expresa de simular sacramento. Las formas, no obstante, contravinieron claramente lo dispuesto por la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, algo que no podemos aprobar."

La declaración indica que cuando esta bendición se realiza entre personas del mismo sexo no debe realizarse con las ropas litúrgicas para evitar "confusión o escándalo"

Fiducia supplicans

—  39. De todos modos, precisamente para evitar cualquier forma de confusión o de escándalo, cuando la oración de bendición la solicite una pareja en situación irregular, aunque se confiera al margen de los ritos previstos por los libros litúrgicos, esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio. Esto mismo se aplica cuando la bendición es solicitada por una pareja del mismo sexo.

Es por ello que desde la diócesis de Plasencia se indica que se han tomado "medidas canónicas pertinentes", pero que no niegan "el valor de estas bendiciones, tal como ha reconocido la Iglesia en la citada instrucción; mas afirmamos la obligatoriedad de que se realicen en el contexto y forma marcados por ella" culmina la diócesis placentina.

Experto en derecho eclesiástico

Jaime Rosell, profesor de Derecho Eclesiástico en la Universidad de Extremadura, ha destacado en Hoy por Hoy Cáceres que "ha habido una mala interpretación" del documento ya que esta declaración "no niega la bendición a ninguna persona, con independencia de su condición sexual o su ideología política. La bendición es algo bueno y por lo tanto la Iglesia no se niega a dar esa bendición a cualquier persona". Cuestión diferente es la de bendecir "parejas irregulares" por lo que cualquier otro tipo de pareja o que no haya acudido al sacramento del matrimonio.

Según Rosell, en el caso de Miajadas, lo que se tendría que haber hecho "es bendecir a todas las personas que estaban en el templo", por lo que bendecir a una pareja homosexual "no es en ningún caso lo que dice el documento pontificio".

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