La Filmoteca de Extremadura incorpora el legado del cineasta Manuel Pérez-Sala a su archivo histórico
La obra del cineasta, fallecido en Cáceres, ha sido cedida por su familia
Autoridades y familiares de Manuel Pérez-Sala escenifican la cesión del patrimonio cinematográfico del cineasta a la Filmoteca de Extremadura / Álvaro García
El archivo cinematográfico del cineasta amateur Manuel Pérez-Sala, referente del documental en la Extremadura de mediados del siglo XX, ha pasado a formar parte del fondo patrimonial de la Filmoteca de Extremadura, que será responsable de su conservación, estudio y difusión pública.
El acto de formalización del depósito se celebró este viernes en la sede de la Filmoteca, en Cáceres, y contó con la presencia de autoridades, familiares del autor y responsables de la institución. Con esta incorporación, se recupera un valioso testimonio audiovisual que permanecía en manos de la familia del cineasta, e incluye seis de sus películas más relevantes ya digitalizadas gracias a la colaboración con la Filmoteca de Cataluña.
Manuel Pérez-Sala, nacido en Novelda (Alicante) en 1906 pero afincado en Cáceres desde los años 40, fue un pionero del cine documental en España. A través de su particular mirada, retrató la vida social, espiritual y cotidiana de una Extremadura que apenas había sido filmada, convirtiendo sus obras en documentos de gran valor cultural y antropológico.
El archivo personal del cineasta incluye 93 bobinas originales, materiales de rodaje, guiones, fotografías y documentos, que ahora serán preservados en condiciones óptimas y puestos a disposición del público y de investigadores.
Entre los títulos más destacados de Pérez-Sala se encuentran Éxodo de salvación (1954), Wolfram (1956), Montehermoso (1957), Imperator (1958), Norba Caesarina (1959) y su última obra, Égloga (1961), con la que obtuvo el Premio Nacional de Cinematografía Amateur ese mismo año. Estas producciones, además de su valor artístico, ofrecen un retrato sociológico de la Extremadura de la posguerra.
El director de la Filmoteca de Extremadura, Antonio Gil Aparicio, ha sido una figura clave en este proceso de recuperación, iniciado en 2007 y culminado ahora con la firma del depósito. La restauración y digitalización de las cintas ha contado con el apoyo técnico de la Filmoteca de Cataluña, permitiendo rescatar y remasterizar siete de las piezas más representativas del autor.
La consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, Victoria Bazaga, celebró la incorporación del legado a la Filmoteca, destacando que “ahora empieza lo bueno, cuando empecemos a visionar y apreciar el trabajo de alguien que nos muestra un Cáceres y una Extremadura de los años 50 y 60 con una mirada visionaria”.
La primera proyección pública de este valioso archivo tendrá lugar el próximo 15 de mayo en el Gran Teatro de Cáceres, con un acto homenaje que incluirá la exhibición de Éxodo de salvación, 71 años después de su estreno.
Una vida dedicada al cine amateur
Aunque de profesión contratista de obra, Manuel Pérez-Sala se adentró en el mundo del arte a través de la fotografía, para después volcarse en el cine tras adquirir una cámara de 9.5mm. Su obra se desarrolló íntegramente en Cáceres, ciudad a la que llegó en 1943 y en la que vivió hasta su fallecimiento en 1986, considerándose a sí mismo cacereño de corazón.
En los años 50, fundó una pequeña productora con la que rodó tanto ficción como documentales en 16mm, logrando amplio reconocimiento en certámenes nacionales e internacionales. Su cinta Montehermoso representó a España en el Festival de Cine Amateur de Badem (Alemania) en 1958.
Con esta recuperación, Extremadura reivindica la figura de un creador que supo capturar la esencia de una tierra a través de su objetivo y cuyo legado, por fin, regresa a casa.
