La campaña del tomate termina con un balance negativo para los productores
Las lluvias de primavera retrasaron la entrada en los campos y obligaron a trabajar con terrenos húmedos, “nefastos para el cultivo del tomate”
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Herminio Íñiguez (AGRYGA) en HxH Vegas Altas
Villanueva de la Serena
La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena y Comarca (Agryga) califica el año de “duro” por la combinación de retrasos en la plantación, olas de calor y precios poco rentables. Las lluvias de primavera retrasaron la entrada en los campos y obligaron a trabajar con terrenos húmedos, “nefastos para el cultivo del tomate”. Posteriormente, las altas temperaturas en plena floración redujeron los rendimientos.
Según Herminio Íñiguez, presidente de la asociación, la media regional ronda los 80.000 kilos por hectárea, por debajo de lo necesario para cubrir costes, que se sitúan entre 8.000 y 9.000 euros por hectárea. “Con estas producciones, muchos agricultores apenas llegan a cubrir gastos”, lamentó.
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Herminio Íñiguez (AGRYGA) en HxH Vegas Altas
El presidente de Agryga criticó el precio fijado para la campaña, 107 euros por tonelada, al considerarlo “prohibitivo” para los productores: “Ya avisamos de que podía costarnos el pellejo”. A su juicio, el sistema de negociación no funciona, ya que las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) “no defienden al agricultor porque también dependen del volumen de tomate” y las industrias “se aseguran beneficios con argumentos como la competencia de China”.
Íñiguez advirtió de que muchos productores se verán obligados a abandonar el cultivo: “El porrazo económico es tan grande que habrá explotaciones que no puedan seguir. Estamos hablando de pérdidas de hasta 3.000 euros por hectárea en algunas zonas, lo que pone en riesgo la viabilidad de muchas familias”.
Desde Agriga reclaman un cambio profundo en el sistema de negociación y anuncian movilizaciones durante el invierno en las comarcas tomateras para exigir un modelo más justo: “No podemos seguir siendo el instrumento para que otros ganen dinero mientras los agricultores pierden”.




