Almaraz se moviliza el sábado para pedir la continuidad de la central nuclear

Cáceres

Este sábado se espera una multitudinaria manifestación en la comarca del Campo Arañuelo para exigir la continuidad de la central nuclear de Almaraz, cuya clausura definitiva parece cada vez más cercana. La protesta, organizada por la plataforma Sí Almaraz, Sí al Futuro, busca visibilizar el impacto económico y social que supondría el cierre para la región.

La incertidumbre sobre el futuro de la Central Nuclear de Almaraz comenzó en 2011, cuando el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero anunció que no se renovarían las licencias de las centrales nucleares. Desde entonces, el debate ha sido constante en la Asamblea de Extremadura y en el Congreso, con posturas enfrentadas entre partidos. Mientras Unidas Podemos y otros sectores de la izquierda han mantenido su rechazo histórico a la energía nuclear, el PSOE ha defendido que no se cierre la central sin un plan alternativo para la comarca.

Borja Romero, presidente del Comité de Empresa de Almaraz, ha expresado en una entrevista en La Ventana de Extremadura la preocupación de los trabajadores: “Estamos en la cuenta atrás. Esta semana ya se empieza a preparar documentación para gestionar las actividades de cierre. Nos queda muy poco tiempo”.

Romero señala que hay tres actores clave que deben tomar decisiones urgentes: las empresas propietarias, el Gobierno central y el Ejecutivo extremeño. “Instamos a todos ellos a que no mantengan una actitud pasiva. Necesitamos soluciones y liderazgo”, afirma.

Actualmente, se plantea una posible prórroga de la explotación hasta 2030, lo que daría un margen adicional para negociar una extensión más amplia. El gemelo de Almaraz en Estados Unidos, ubicado en North Anna, ha recibido autorización para operar hasta 2080, lo que refuerza la esperanza de los trabajadores de que también en España se pueda reconsiderar el cierre.

Romero también destaca el cambio de paradigma internacional respecto a la energía nuclear: “Países como Bélgica y Alemania, que apostaron por el cierre, ahora están reconsiderando sus decisiones. La visión global ha cambiado desde 2020”.

La manifestación del sábado se perfila como un punto de inflexión. Vecinos, trabajadores, autoridades locales y representantes del sector nuclear se unirán para defender la continuidad de una instalación que es referente para la comarca.