La tierra habla en Zarza la Mayor: hallan los primeros restos de la fosa común de La Paloma
El hallazgo rompe casi un siglo de silencio y devuelve esperanza a las familias que aún buscan justicia y memoria.
Inma Montero se abraza con una de sus familiares. / Diputación de Cáceres
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Entrevista a Inma Montero, bisnieta de Luciano Montero Tadeo, víctima de la represión franquista. Hoy por Hoy Provincia de Cáceres. Jueves 09-10-2025
Zarza la Mayor
Después de décadas de silencio, la tierra ha comenzado a hablar en la mina de La Paloma, en Zarza la Mayor. El equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha localizado los primeros restos humanos en esta fosa común, donde se cree que fueron arrojados vecinos del municipio asesinados durante la represión franquista.
A 36 metros de profundidad, entre capas de roca y olvido, han aparecido huesos, monedas, una cartera y la suela de un zapato: vestigios de una historia que por fin empieza a reescribirse. Entre las familias que llevan años esperando este hallazgo se encuentra Inma Montero, bisnieta de uno de los desaparecidos, Luciano Montero Tadeo. “El camino ha sido muy largo y duro, con muchas trabas, pero hoy puedo decir que ha sido muy gratificante”, relató Inma en una entrevista en Hoy por Hoy de la Cadena SER.
Inma recuerda el momento en el que recibió la llamada de uno de los arqueólogos del equipo Aranzadi: “Me dijo que estuviera tranquila… y entonces entendí que los habían encontrado. Se me abrió la tierra bajo los pies. Vine gritando en el coche hasta el pueblo”, explicó entre emociones contenidas.
Una historia familiar marcada por la represión
Luciano Montero Tadeo tenía 27 años cuando fue detenido en julio de 1936 poco después de la llegada de las escuadras falangistas a Zarza la Mayor. Jornalero y miembro de la sociedad obrera local, participaba en la organización de manifestaciones del Primero de Mayo. Aquel día fue llevado esposado a casa para conocer a su hija recién nacida, Luciana, y nunca más regresó. Su esposa, Olaya, sufrió años de miedo y silencio, sin atreverse a hablar de lo sucedido.
“A mi bisabuelo no lo mataron en vano. Noventa años después, sus nietos y bisnietos que no lo conocieron lo siguen buscando. Y lo han encontrado”, declaró Inma emocionada. “Espero que nos esté viendo y se sienta orgulloso. Su lucha vive dentro de mí”.
Memoria, justicia y amor
Los arqueólogos han hallado ya el primer cráneo con un impacto de bala, un descubrimiento que podría confirmar la magnitud de la represión en la zona. Ahora, las familias esperan con paciencia los análisis genéticos que permitirán identificar a las víctimas. “Ahora toca confiar en la gente que está trabajando. Si alguien podía conseguirlo, eran ellos”, expresó Montero. “Y vivirlo con amor, que es la bandera que nosotros llevamos”.
La recuperación de la memoria histórica en lugares como La Paloma supone un paso más hacia la reparación moral y la paz social, todavía pendiente casi un siglo después del inicio de la Guerra Civil.
